Análisis
Santiago Carbó
Tras un buen año en lo macroeconómico, en 2025 hará falta mucho más
Los operadores públicos francés SNCF e italiano Trenitalia, en consorcio con la española Ilsa (propiedad de los dueños de Air Nostrum), han sido preseleccionados por Adif para competir con Renfe a partir del 14 de diciembre de 2020, cuando se liberalizará el transporte de viajeros por ferrocarril en España.
Han quedado fuera del proceso, al menos de momento, el resto de interesados en operar trenes de viajeros en España y en los que no había presencia pública: el consorcio integrado por Talgo y Globalia, y las compañías Globalvía y Eco Rail, filial de la andaluza Magtel.
Los tres corredores en los que operarán las empresas preadjudicatarias son: Madrid-Barcelona-Frontera Francesa; Madrid-Levante (Valencia/Alicante) y Madrid-Sur, con destino a Sevilla y Málaga y que incluye Toledo, Córdoba y Ciudad Real.
Renfe ha resultado adjudicataria del paquete A, con una cobertura del 86% de la capacidad ofertada en un plazo de 10 años; Intermodalidad Levante (Ilsa/Trenitalia) del paquete B, con una cobertura del 70%, y Rielsfera (SNCF), del paquete C, con una cobertura del 100%. En el caso de Intermodalidad Levante no comenzará a operar hasta enero de 2022, por lo que en el inicio de la liberalización Renfe competirá sólo con SNCF.
En el caso del eje Madrid-Toledo-Sevilla-Málaga la liberalización implica que Renfe, si opta a toda la capacidad de la que dispone, podrá operar 48 trenes aves diarios, tres por hora y sentido; Intermodalidad Levante 16, un tren por hora y sentido; y Rielsfera cuatro trenes por día y sentido. De los 35 trenes diarios que opera Renfe en la actualidad se pasará a 61, un incremento de la oferta del 75%, lo que contribuirá a un abaratamiento de precios. Eso sí, hasta que entre en operación Intermodalidad Levante, en enero de 2022, habría 52 trenes como máximo.
En el plazo máximo de tres meses (antes del 15 de marzo), los preseleccionados deberán proceder a la firma de acuerdos marco que deberán ser visados por la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), según Pardo de Vera, quien afirma que, aunque la decisión es recurrible, no cree que se vaya a dar el caso y se vaya a retrasar el proceso.
Hasta entonces, los adjudicatarios podrán incorporar nuevos socios y, una vez firmados los contratos marco, la capacidad excedente quedará liberada para que la puedan solicitar los candidatos que han quedado fuera de la preselección, algo poco probable, pues los surcos que han quedado desiertos son aquellos con un menor atractivo comercial, según Pardo de Vera.
Para Adif está adjudicación conllevará un incremento de los ingresos por cánones de unos 2.000 millones en diez años.
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