¿Qué son los gastos vampiro y cómo evitarlos?
Este tipo de gastos son mensuales y pueden esconder averías o infrautilización de bienes y servicios por los que se paga más de lo necesario.
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Con los altos precios todavía a la orden del día se empiezan a escuchar subtipos de gasto con nombres sacados de una película de terror, como es el caso de los gastos fantasma o los gastos vampiro. Pero ¿Qué son realmente estos últimos y cómo podemos evitar que nos desangren?
Gastos vampiro, los que poco a poco se beben tu dinero
Se les llama gastos vampiro a aquellos que pese a ser fijos y, en apariencia necesarios, aunque no lo son tanto y suelen pasar desapercibidos al no estar considerados en los gastos mensuales, pero que en conjunto pueden costar bastante. Ejemplos de ello son las suscripciones a plataformas o servicios que no se estén usando lo suficiente, como una mensualidad para un gimnasio al que no se va (aunque la intención sea ir), u otros gastos extra derivados, por ejemplo, del mal uso de electrodomésticos.
Dentro de este tipo de gastos se consideran también los pagos extra por mal funcionamiento o averías, como puede ser una fuga de agua en una cañería o seguir pagando por una tarjeta de crédito que no se usa nunca o tener contratada una tarifa eléctrica con más potencia que la se necesita en el hogar.
Se les considera como los hermanos mayores de los gastos hormiga, esos gastos del día a día que no están planificados, pero que se hacen de forma habitual, y terminan teniendo un impacto negativo en las finanzas. Sin embargo, los gastos vampiro tienen mayor repercusión por su mayor valor y porque muchas veces se pasan por alto.
¿Cómo se pueden reducir estos gastos?
A la hora de enfrentarse a los gastos vampiro es importante revisar con detenimiento las facturas y gastos para poder comprobar que está todo correcto, que no hay gastos que puedan corresponder a una avería y se ajusta, por lo general a las necesidades. En este sentido también es importante fijarse si hay cosas en el hogar que podrían necesitar de mantenimiento: una nevera que ya no enfría como antes, un grifo que gotea o cualquier elemento que consuma más de lo habitual, lo que puede ser síntoma de avería.
También es importante detenerse un momento y pensar si realmente algunos de estos gastos son imprescindibles o si es mejor desprenderse de ellos al no amortizarlos lo suficiente, como por ejemplo las suscripciones a plataformas y servicios. Tener en cuenta detalles que normalmente se pasan por alto o que no se piensa que pueden ser relevantes para las finanzas es clave, aunque esto no quiere decir que todos los gastos que se tienen mensualmente entren dentro de esta categoría.
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