El 'impuestazo' energético enciende las alarmas en la AIQBE ante la posible fuga de inversiones
Industria
La asociación alerta de que la decisión del Gobierno pone en riesgo 4.000 millones de inversión y 12.000 empleos en Huelva
Huelva/La decisión de Cepsa, desde ahora Moeve, de congelar los 3.000 millones de euros que tenía preparados para poner en marcha las inversiones energéticas de la compañía en Huelva y Cádiz de su proyecto del Valle Andaluz del Hidrógeno a causa del 'impuestazo' energético del Gobierno central ha activado todas las alarmas en la patronal de la industria onubense.
La Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva (AIQBE) ha mostrado su "preocupación extrema" ante la posibilidad de que este anuncio inicie un efecto dominó que pueda llevar al resto de empresas con proyectos relacionados con la descarbonización y la transición energética en la provincia a ralentizar sus millonarias inversiones o, en el peor de los casos, a llevárselas a otros países. Un temor que se traduce en más de 4.000 millones de euros de inversión prevista y más de 12.000 puestos de trabajo en la provincia de Huelva que están en la cuerda floja.
En el marco de un encuentro informativo con periodistas para analizar la memoria anual de la asociación, el presidente de la AIQBE, José Luis Menéndez, ha pedido al Gobierno central que "analice, reconsidere y dé marcha atrás" en su postura de mantener un impuesto que "hará perder ventajas competitivas" a España y, concretamente a Huelva, como gran centro industrial y núcleo de atracción de inversiones.
Menéndez ha subrayado que "el impacto negativo de este impuesto en la provincia de Huelva es enorme si todas estas inversiones bajan en intensidad o se van a otros territorios. El perjuicio que hace a nuestra industria y a nuestra provincia es muy importante, y de ahí nuestra gran preocupación".
El ejemplo de Cepsa (Moeve) ilustra a la perfección la preocupación de la industria. El 'impuestazo' provocó el año pasado que la compañía tuviera pérdidas de 233 millones tras pagar 323 al fisco. En este sentido, desde la AIQBE denuncian que se trata de un impuesto que grava a los ingresos de las empresas y no a los beneficios, por lo que les "resta capacidad inversora" y las obliga a un doble gravamen, ya que posteriormente tienen que pagar el impuesto de sociedades.
Por ello, Menéndez ha señalado que las empresas que vienen a invertir "necesitan certidumbre" y un escenario con las normas claras. "El hecho de que este impuesto se mantenga, cuando en principio se dijo que iba a ser temporal, crea también inseguridad jurídica, y estos son temas que los inversores, sobre todo los de fuera de la Unión Europa, miran con lupa", ha explicado.
En medio del desconcierto generado en la industria española con el anuncio de Cepsa y las intenciones del Gobierno de mantener el impuestazo energético, "Portugal se está frotando las manos", según el presidente de la patronal industrial onubense. "Es un territorio con características similares a las nuestras, aunque no tienen la sinergia industrial que tenemos en Huelva, pero este impuesto le otorga ahora una ventaja competitiva a Portugal con respecto a España" que pronto podría tener consecuencias. De hecho, en palabras del propio Menéndez, "alguna empresa ya ha anunciado que proyectos que tenía previsto llevar a cabo en España se los llevaría a Portugal".
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