La incógnita sobre el futuro de 153.000 metros cuadrados de suelo sin uso
Zona Franca estudiará qué hacer con la parte del terreno que sigue siendo de su propiedad
La marcha de Imperial Tobacco, con el cierre del centro tabaquero de Cádiz, deja 'disponibles' 153.000 metros cuadrados de suelo industrial. Si esta superficie ya es de por sí amplia, aún lo es más si tenemos en cuenta que se ubica en una ciudad donde el espacio libre es oro, en sus escasos doce kilómetros cuadrados de término urbano. Por ello, la salida de la fábrica de Altadis abre todo tipo de especulaciones sobre el futuro de este suelo, aspecto sobre el que por el momento no habla la multinacional británica.
Ayer, tanto el Ayuntamiento de Cádiz como la Junta de Andalucía dejaron claro que este suelo es y seguirá teniendo un carácter industrial. El gobierno local fue especialmente duro, afirmando que no iba a permitir ninguna especulación especulativa sobre este terreno. Curiosamente, minutos antes de emitir este comunicado el delegado del Estado de la Zona Franca, Jorge Ramos, había advertido que esta especulación era complicada pues el suelo era de uso industrial y el cambio urbanístico del mismo estaba en manos de la propia administración local (pues de ella depende la redacción del PGOU).
La Zona Franca sí podrá actuar con más diligencia si Imperial Tobacco no da señales de vida a la hora de definir lo que va a hacer con este suelo cuando deje de funcionar como industria tabaquera. De los más de ciento cincuenta mil metros cuadrados, algo más de 38.000 son propiedad del Consorcio, que los tiene alquilados a la multinacional británica. Son tres naves sin apenas uso directamente conectadas con los restantes terrenos de la Zona Franca. Jorge Ramos indicó que estudiarán la situación de este suelo y se preguntará a la empresa tabaquera qué quiere hacer con el mismo.
En todo caso, en 1985 la Zona Franca había puesto en manos de la antigua Tabacalera, quedando en propiedad de ésta 114.800 metros cuadrados a cambio de la fábrica de la calle Plocia, en pleno centro de la capital y que el Ayuntamiento transformó en un flamante Palacio de Congresos. Curiosamente, el complejo tabaquero se construyó sobre terreno que se había ganado al mar.
Además de la amplitud del suelo que quedará disponible a partir de enero de 2014, hay que destacar que se ubica en una zona de alto valor urbanístico y económico. Es lo primero que quien entra a Cádiz utilizando el puente José León de Carranza se encuentra, después del complejo deportivo Elcano. Tiene, así, conexiones con el exterior rápidas, las más rápidas de todo el suelo industrial de la ciudad. Y se ubica también junto a terrenos donde el Ayuntamiento y la Zona Franca proyectan, dentro del rediseño del viejo polígono exterior, un gran edificio dedicado a tiendas y oficinas que sean la imagen de la profunda renovación sobre la que se trabaja ya en el Consorcio.
Hoy el recinto interior de la Zona Franca está a punto de agotar su último metro cuadrado libre, por lo que la puesta en valor de estos 153.000 metros sería esencial para mantener aún más viva la actividad comercial del Consorcio y disponer de suelo para atender la demanda del mismo que sigue siendo amplia en número a pesar de la crisis. Habrá que esperar que Imperial Tobacco, tras decidir su marcha de Cádiz, asuma que este suelo si es importante lo es para la ciudad que acogió durante más de dos siglos el negocio tabaquero.
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