La Junta firma la autorización ambiental unificada de la nueva mina de Aznalcóllar
El Gobierno andaluz reinicia el trámite administrativo para dar el permiso para comenzar los trabajos preparatorios a la extracción de mineral
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Sevilla/La Junta de Andalucia ha firmado la Autotización Ambiental Unificada (AAU) para el nuevo proyecto minero de Aznalcóllar, que ahora se envía al BOJA para su publicación, con lo que se da un paso definitivo para que la explotación pueda iniciar su concesión, de 20 años de duración, en los próximos meses.
Así lo confirmaron este jueves a los medios de comunicación los consejeros de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Econmía Azul y de Industria, Energía y Minas, Ramón Fernández-Pacheco y Jorge Paradela respectivamente.
Con el parabién de Sostenibilidad, la Consejería de Industria, Energía y Minas, a través de su Delegación Territorial en Sevilla, reanudará ahora el trámite administrativo de autorización de la explotación minera, que si no hay obstáculo durante el mismo, se espera que pueda estar culminado en el último trimestre de este año.
A partir de ahí, tras ser autorizada por la Dirección General de Minas de la Consejería, la adjudicataria podrá empezar a trabajar en el plazo de tres años de trabajos preparatorios de la mina propiamente dicha, tras lo que contará con 17 años de explotación.
La comarca de Aználcollar se beneficiará con unos dos mil empleos, entre directos e indirectos, con motivo de esta inversión de 450 millones de euros, 950 de los cuales se crearán en la fase de construcción de la mina.
Ambos consejeros enfatizaron que el proyecto al que se le concede la AAU es “una mina completamente distinta” a la que protagonizó el vertido tóxico de 1998, el desastre medioambiental más importante ocurrido en Andalucía.
Fernández-Pacheco afirmó que el paso dado por su Consejería, que forma parte del trámite que culminará Industria, Energía y Minas, “no supone la reapertura inminente de la mina”, porque todavía quedan por cumplir hitos hasta conseguir la autorización definitiva.
Desde el punto de vista medioambiental, el proyecto que recibe el visto bueno de Sostenibilidad “no es ni parecido” al que provocó el desastre de 1998. Así, recordó que se trata de una mina subterránea y no a cielo abierto, que es la diferencia más relevante, además de que "no tendrá ninguna balsa”. Por eso, el consejero responsable de medio ambiente concluye que “no es un cambio de nombre, sino que hablamos de otra mina”. “Es en el mismo emplazamiento, pero es otra mina”, recalcó.
Además, señaló que para superar la AAU se le han exigido una serie de requisitos rigurosos. Fernández-Pacheco dejó claro que en Aznalcóllar "la Junta no va a autorizar ningún vertido tóxico”, dijo en refrencia a algunas críticas vertidas antes de precisar que “lo que sí va a autorizar es un vertido de aguas depuradas con niveles muy estrictos de calidad, cumpliendo de la forma más exhaustiva la normativa”.
El titular de Sostenibilidad recalcó que para que se pudiese autorizar ambientalmente el proyecto minero, el impacto en el río Guadalquivir tenía “que ser el mínimo posible”. Explicó que había diferentes propuestas para el tratamiento de las aguas y que “la que se ha adoptado no es por capricho, sino que es la más respetuosa” con el entorno natural.
Entre los requisitos que se han pedido al proyecto, Fernández-Pacheco recalcó que se le exige una garantía financiera de más de 60 millones de euros, de la que tendrá que hacerse cargo la empresa explotadora. Esa cuantía se fija como un mínimo. “Si a lo largo de la vida se modifica, la Administración podrá ampliar esa garantía financiera”, explicó el consejero de Sostenibilidad.
El titular de Minas, por su parte, detalló, que hay 40 millones en inversiones que incluyen la restauración paisajística y 20 millones de garantías voluntarias, que suman los 60 millones de los que había hablado Fernández Pacheco.
Como éste, Paradela puso de relieve que esta nueva minal de Aznalcóllar tiene su origen en el consenso político, a través de la aprobación en el Parlamento de Andalucía de una proposición no de ley, aprobada hace casi 11 años, el 17 de julio de 2013.
Paradela también defendió que la Administración andaluza ha dado muchos pasos para poder continuar con la tramitación del proyecto minero, una vez que cuenta con la AAU. “Ahora continúa con la tramitación ya iniciada”, precisó, no sin recordar que el proyecto se ha sometido a cuatro periodos de información pública, que se han procesado 685 documentos vinculantes, que se corresponden con 31 hitos administrativos.
“El próximo paso para por una doble propuesta”, explicó Paradela, refiriéndose a la resolución de autorización del proyecto de explotación y a la propuesta de Plan Restauración. Ambos deben ser formuladas por la Delegación Territorial de Industria, Energía y Minas de la provincia de Sevilla.
Con esta doble propuesta formulada, se abre ahora un trámite de audiencia, de 15 días hábiles, culminado el cual ya sólo quedará la autorización de la Dirección General de Minas del permiso de explotación minera.
Tanto Paradela como Fernández-Pacheco reconocieron que son reacios a dar plazos, “porque pueden incumplirse” precisó el primero. Pero, si todos los trámites transcurren sin incidencias, la autorización final podría llegar “en el último trimestre del año”.
Los consejeros y los técnicos presentes en la reunión informativa que mantuvieron con medios de comunicación para dar a conocer la firma de la AAU dieron datos que señalan que la Junta va a exigir un control exhaustivo sobre la calidad del agua que llega al Guadalquivir.
Se realizarán análisis diarios en tres puntos distintos del agua que ha tratado. Y el vertido se parará si se detecta cualquier aumento de los parámetros que se van a medir, singularmente la presencia de cadmio. “Si se llega a alcanzar el 75% del nivel autorizado, se parará”, dijo tajante Fernández-Pacheco, para garantizar que nunca llegue al río agua con niveles no permitidos por la ley.
Los técnicos explicaron respecto a la calidad del agua que se han hecho 23 simulaciones del tratamiento y en ninguna de ellas se sobrepasaron los niveles de cadmio permitidos, por lo que concluyen que la solución propuesta cumple con los requisitos marcados.
Un mensaje claro de apuesta por la minería metálica
La concesión de la Autorización Ambiental Unificada para la nueva mina de Aznalcóllar manda un mensaje claro al mercado global de la minería: si se cumplen las normativas y los requisitos, Andalucía es un lugar para invertir.
Fernández-Pacheco manifestó, al hacer una valoración política de lo que supone, que el papel de la Junta es de autorizadora ambiental. "Cuando la iniciativa privada que presenta un proyecto, estamos obligados a tramitarlo conforme a la ley", afirmó, antes de enfatizar que dentro de la "horquilla de discrecionalidad" que la norma permite a la Administración para autorizarla, "la Junta ha decidido llevarla al tope del tope", además de señalar que en el trámite "el condicionado se ha enriquecido muchísimo".
"Estando donde está, y es una ubicación señalada, hemos tenido el máximo nivel de control, pero cumple la normativa y nuestra obligación es autorizarlo", concluyó Fernández-Pacheco.
Paradela destacó que en el proceso de transición energética Andalucía tiene la mayor oportunidad de impulso a su economía. Además, de tener recursos para producir energía limpia de precios competitivos que permita captar inversiones industriales, y de desarrollar nuevos vectores energéticos como el hidrógeno verde, "la tercera palanca que tenemos es la minería metálica", dijo Paradela. "El 90% del mineral del que dispone Europa está en Andalucía", recordó Paradela
Por eso, la Junta se reafirmó en que si ve "todas las garantías" no hay problema en "abrir una mina nueva en Aznalcóllar". "Somos los garantes y gestores del dominio público mineral y Europa necesita estos minerales", resumió para dejar claro la apuesta por esta nueva minería en Andalucía.
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