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El LAB de Moeve, de San Roque a las lavadoras del mundo

La rama química de la compañía produce en su planta gaditana el alquilbenceno lineal con el que se fabrican los detergentes

Moeve, reconocida a escala internacional por su estrategia de sostenibilidad

Instalaciones de Moeve Química en Puente Mayorga, donde se produce el LAB / Erasmo Fenoy
David Fdez. Vega

22 de febrero 2025 - 05:30

San Roque/Usar detergente para lavar la ropa y el champú para enjabonarnos el pelo son dos gestos muy sencillos, aunque pocas veces se piensa en que el origen de esos productos. Más aún cuando, en muchos casos, su componente principal, el alquilbenceno lineal (LAB, por sus siglas en inglés) puede provenir del mismo punto, más cercano de lo que parece: la planta de Moeve Química en Puente Mayorga, San Roque (Cádiz).

Este producto es la base de la mayoría de productos de limpieza e higiene que se conocen hoy en día. Se enmarca dentro de la categoría de los tensoactivos, aquellas sustancias que permiten, como en el caso de la ropa, separar la suciedad del tejido o superficie en cuestión. Para alcanzar esta funcionalidad es necesario alcanzar una "química muy fina", ya que debe seguir una fórmula exacta que permita a las moléculas interactuar con la suciedad para extraerla y poder ser arrastrada por el agua.

Moeve Química, que lidera el sector en España, es la primera compañía del mundo con mayor producción de LAB. La planta de San Roque produce 250.000 toneladas anuales, un 16% de la cuota de mercado mundial y el 20% de Europa. Dentro de su catálogo, más allá de especificaciones concretas que requiera algún cliente, existen varias clases de LAB en función de su nivel de sostenibilidad. Entre sus principales compradores se encuentran importantes grupos como Henkel, Unilever, La Corona o P&G.

En concreto, destacan el NextLab, de origen vegetal, y el Low Carbon, que añade el biogás a su cadena productiva, permitiendo tener un impacto ambiental negativo. "Somos la primera planta del mundo que ha conseguido producir un LAB sostenible a partir de dos factores: materia prima de origen vegetal y utilización de biogás como combustible alternativo al gas natural", señala Javier López, director de la planta de Puente Mayorga.

Javier López Pupo, director de Moeve Química Puente Mayorga, durante la entrevista / Erasmo Fenoy

En sí mismo, el LAB supuso un gran avance en su momento, al ser el primer componente de su clase biodegradable, lo cual permitió aliviar el problema que suponía para el medio ambiente la espuma producida por los detergentes. Moeve usa su propio proceso patentado, el Detal, con el que consigue reducir el consumo de energía y agua en la producción, además de generar menos residuos, respecto al procedimiento basado en el ácido fluorhídrico (HF), que se venía usando hasta entonces.

El aspecto sostenible tiene gran importancia en el I+D del producto, con vista a minimizar el impacto ambiental del proceso de elaboración. "Tenemos que buscar cómo reducimos en su conjunto el consumo energético, en nuestro caso mediante nuevas fuentes de materias primas que sean de origen verde o reciclado y nuevas fuentes de energía que nos permitan hacer funcionar los hornos", apunta el responsable de la planta de Puente Mayorga. El futuro, asegura, se encamina a la electrificación del máximo posible de procesos con electricidad de origen renovable. "Somos líderes tecnológicamente, tenemos a nuestros partners como clientes y colaboramos con ellos en cuanto a investigación para reducir la huella de carbono y nos dicen que no pueden descarbonizarse si no lo hacemos nosotros", añade.

El proceso de producción bebe directamente de la retroalimentación que existe entre el Parque Energético de Moeve en San Roque y la planta Química, contiguas, pero independientes. Entre ellas intercambian derivados que la otra utiliza para sus procesos. Es el caso del queroseno y el hidrógeno que se produce en la refinería y que es usado para fabricar el LAB. Ambos pasan por un proceso denominado Unifine donde se le da un hidrotratamiento para eliminar las impurezas. Posteriormente, es el turno del molex, en el que se obtiene parafina, que sirve de base para el producto final y que también se comercializa por separado. En una fase final, la sustancia se pasa por otra fase denominada pacol que refina la sustancia antes de la alquilación con benzenos, que da por resultado final la aparición de la molécula de alquilbenceno lineal (LAB).

Conducciones de la maquinaria en la que se produce el LAB / Erasmo Fenoy

Punto estratégico

La ubicación de la planta de Moeve Química en San Roque tiene un factor estratégico para la compañía. Al estar situada en pleno Estrecho de Gibraltar, facilita el envío de sus productos, como el caso del LAB, directamente en barcos cisterna que parten de la terminal marítima del parque energético. Desde ahí se puede distribuir hacia el Mediterráneo, África, e incluso América.

La cercanía del Puerto de Algeciras es utilizada por la antigua Cepsa en caso de necesitar enviar el producto en contenedores por barco. También se hace lo propio con camiones, además de flexitank. De esta forma, dan cobertura a todos sus clientes, situados principalmente en Europa, además de su vocación de ampliar mercado en Asia o África, con necesidades crecientes de LAB. "Siempre estamos buscando a futuro estrategias de crecimiento en esos países donde vemos que el potencial es más grande porque la población está accediendo a lavadoras cuando antes no accedían", apunta Javier López, en relación al continente africado y el sudeste asiático.

Esta ubicación permite al centro exportar otro derivado, el LABSA, que es el siguiente paso en la cadena de producción de los detergentes y que los clientes de Moeve Química producen con el LAB que se fabrica en San Roque. Su nivel de acidez y degradación provoca que no se pueda transportar largas distancias, por lo que, al estar a unas dos horas de Sevilla, la planta vende este producto a Persán, compañía radicada en la capital andaluza.

En total, el 22,3% de la producción de la planta sumando todos sus productos va hacia Europa, el 18%, a Latinoamérica y el 40,4% a Oriente Medio, África y sudeste asiático.

Sala de control de la planta de Moeve Química en Puente Mayorga / Erasmo Fenoy

Puente Mayorga, planta pionera

La planta de Moeve Química en Puente Mayorga se inauguró en 1969 y fue la primera de España que produjo LAB, además de servir de laboratorio de pruebas para la tecnología Detal, que se implementó en primer lugar en Canadá y llegó al centro en 2021 de forma definitiva. En ella trabajan 205 empleados, además de otro medio centenar procedente de las contratas. Su cartera de productos es amplia y está liderada por la parafina, de la que producen 400.000 toneladas anuales, además de 140.000 de disolvente, 50.000 de LABSA y las 250.000 de LAB.

El ecosistema químico de Moeve se retroalimenta con plantas propias o conveniadas en Canadá, Brasil, Alemania, Nigeria y China. A estas se suman, además, las de Puente Mayorga y Palos de la Frontera.

En esta última se producen otros productos como acetona o fenol, de gran importancia para el grupo. Entre entornos de producción y distribución, la compañía suma presencia en 16 países y constante intercambio de mercancías para agilizar sus procesos propios. Su cuota de mercado se extiende, además de Europa, al 36% en América del Norte, el 60% en Latinoamérica y el 41% en África.

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