Más de 2.500 millones de impacto económico y 25.000 empleos: el músculo de la industria andaluza de defensa ante el rearme de la UE
Con un ecosistema de empresas distribuidas por todo el territorio, Andalucía toma posiciones para aprovechar los nuevos planes europeos en el sector
La planta sevillana de Santa Bárbara Sistemas completa el pedido de 36 vehículos VCZAP ‘Castor’ para el Ejército de Tierra
Sevilla/La Unión Europea ha dado un paso al frente en materia de defensa anunciando un plan de rearme ante un entorno internacional muy complejo, marcado en un flanco por la posición geopolítica adoptada por el gobierno de Donald Trump y en otro por el conflicto bélico en Ucrania. Y lo primero que ha hecho el Ejecutivo comunitario ha sido poner cifras sobre la mesa con un programa que contempla movilizar 800.000 millones de euros en los próximos años para garantizar la seguridad de sus estados miembros, un escenario en el que Andalucía quiere aprovechar su posicionamiento en el sector para lograr un trozo de ese enorme pastel.
En este sentido, la comunidad andaluza constituye uno de los polos más importante de esta rama en España, con una industria que, en términos de impacto económico, contribuye con 2.566 millones de euros al PIB autonómico y genera 25.174 puestos de trabajo, teniendo en cuenta tres áreas de actividad: aeronáutica, espacio y defensa-seguridad. Concretamente en este último campo, las cifras alcanzan los 1.672 millones de euros y 15.928 empleos.
Con estos guarismos, extraídos de un informe elaborado por la consultora PwC para la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Aeronáutica y Espacio (Tedae), Andalucía aglutina el 13% del volumen económico y el 11,6% del empleo a nivel nacional, además de que se posiciona como la segunda comunidad autónoma con mayor potencia en el sector, si bien a gran distancia de Madrid, que lidera el ranking, con 8.263 millones de euros y 84.583 puestos de trabajo.
Los focos de la industria regional se distribuyen en la actualidad por todo el territorio con un ecosistema de empresas formado tanto por grandes grupos como por pymes. Así, en el mapa andaluz destacan en Sevilla el gigante Airbus, con el avión de transporte militar europeo A400M, o GDELS-Santa Bárbara Sistemas, especializada en vehículos blindados y de combate. A estas firmas se suman Héroux-Devtek Spain-CESA, Iturri o Ghenova, también en la provincia sevillana; Mades y Aertec en Málaga; Escribano en Córdoba; Meltio en Linares (Jaén); o Navantia en la Bahía de Cádiz, que da respuesta en el ámbito naval.
Sevilla, punta de lanza
Solo en Sevilla el tejido de base industrial y tecnológica de defensa -incluyendo los sectores espacial, naval y terrestre- agrupa a 79 empresas y genera más de 15.000 empleos, lo que convierte a la provincia en la segunda de España con mayor volumen de puestos de trabajo, después de Madrid, según datos de un estudio coordinado por la Federación de Empresarios del Metal (Fedeme), que cifra, además, la facturación en 1.733 millones de euros, el 27,5% del total nacional, con una tendencia al alza.
Precisamente, esta provincia está llamada a ser una de las puntas de lanza del crecimiento del sector en Andalucía, ya que, a un potente tejido formado por compañías tractoras como las mencionadas Airbus, GDELS-Santa Bárbara Sistemas o Alestis, y por un extenso entramado auxiliar, añade una localización geoestratégica clave para la defensa en España, al formar parte de dos grandes corredores industriales: el de Sur, con el programa A400M, y el de la Plata, centrado en los vehículos de combate.
Innovación y empleo cualificado, principales retos
En cualquier caso, los planes de rearme de la UE han movilizado en los últimos días a distintas instituciones públicas y a la propia industria, que ven en este despertar de las autoridades comunitarias una oportunidad para apuntalar el sector a nivel nacional de cara al futuro. Desde el ámbito empresarial, el director gerente de Fedeme, Carlos Jacinto, señala que el programa europeo representa para Andalucía un “activo potentísimo”, tanto para atraer compañías punteras como para abrir puertas al mercado internacional, aunque también advierte de la necesidad de abordar una serie de “retos significativos”.
Uno de los principales desafíos, según afirma, es la necesidad de adaptarse a las nuevas tecnologías y estándares internacionales. “La industria de defensa está en constante evolución, y es imprescindible invertir en investigación y desarrollo para ser competitivos. Además, la falta de financiación adecuada puede limitar la capacidad de las empresas para expandirse y modernizarse, por lo que es crucial que se establezcan mecanismos de apoyo para facilitar esta transición”, apunta Jacinto.
Otro reto importante es la escasez de mano de obra cualificada. A este respecto, el director gerente de Fedeme indica que, “aunque Sevilla cuenta con un número considerable de profesionales en el sector, la demanda de expertos en áreas específicas como la ciberseguridad, la inteligencia artificial y la ingeniería avanzada está en aumento”, por lo que aboga por la colaboración entre empresas, instituciones educativas y centros de formación.
Finalmente, Carlos Jacinto considera “fundamental” aumentar la capacidad de autoabastecimiento del sector en la región. “Debemos ser capaces de producir y suministrar los materiales y componentes necesarios sin depender de otros mercados. Esto aseguraría que la inversión fruto de este plan de rearme europeo se quede íntegramente en nuestra región, fortaleciendo la economía local y creando un ecosistema industrial autosuficiente y resilientes”, concluye.
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