Fernando Faces
Relatos y seudorelatos de la economía española
El Gobierno de Sánchez lleva mucho tiempo hablando del milagro económico español. Somos los que más crecemos de Europa, el crecimiento del PIB triplica la media europea. Los más optimistas dicen que España es la locomotora de Europa. Frente a estos relatos optimistas, los ciudadanos tienen otra visión. Son muchos los que tienen problemas para llegar a final de mes, incluso los que tienen trabajo. El relato de gobierno utiliza el PIB agregado para describir la situación de la economía y sus conclusiones son ciertas desde un punto de vista estadístico, pero son insuficientes para describir la calidad de vida de los ciudadanos. Utilizando el PIB agregado se nos escapa su distribución entre los ciudadanos. Para conseguir este objetivo es más adecuado utilizar el PIB per cápita(PIBpc). El PIBpc es el cociente entre el PIB agregado y la población, en otras palabras la producción por habitante.
Cuando utilizamos el PIBpc la visión y las conclusiones sobre la economía española son muy distintas y no cabe el optimismo. Existe una brecha que no acaba de cerrarse entre el PIBpc de España y el de la Unión Europea, que es más alto. La brecha entre el PIBpc de España y el de la UE no solo no se cierra, sino que desde el inicio de siglo 21 ha continuado aumentando. En lo que llevamos de siglo ha aumentado un 7,2%. Desde el año 2000 al 2007 hubo un proceso de convergencia y la brecha se redujo sustancialmente. Pero la crisis financiera del 2008 interrumpió este proceso de convergencia.
La convergencia se reanudó en 2013-2014 hasta la crisis sanitaria del Covid y En 2020 se interrumpió con un aumento importante de la brecha. En 2020 el PIB de España era el que más caía de la OCDE, un 11,5% y también el PIBpc.
A partir de 2021 el proceso de convergencia se ha reanudado, en parte por el mejor comportamiento de la economía española y también por los desequilibrios y falta de adaptación a un nuevo ciclo de las principales potencias: Alemania, Francia e Italia.
Los principales factores que determinan el crecimiento del PIBpc son, por orden de importancia: la evolución de la productividad, la tasa de ocupación y en menor medida, pero también, el número de horas trabajadas por empleo completo.(jornada laboral) El principal factor de crecimiento del PIBpc es la productividad. La productividad es el principal factor determinante del PIBpc y de los salarios reales. Y también es la principal asignatura pendiente de la economía española desde hace décadas. Desde el año 2000 la brecha de productividad con respecto a la Unión Europa ha aumentado un 7,2%. Alcanzó su mínimo en el año 2005, tras años de convergencia, coincidiendo con el boom inmobiliario; y se quebró en el 2008 con la explosión de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera. El boom inmobiliario supuso un incremento importante del capital improductivo, que supuso un ingente número de inmuebles sin uso productivo, que se han ido reduciendo, aunque, todavía hoy, lastran la productividad de la economía española. A partir del 2013 la brecha de productividad continúo reduciéndose hasta 2019 en el que la crisis del Covid suspendió la convergencia. España como economía de servicios fue de las que más vio bajar su productividad. En este descenso y aumento de la brecha tuvo mucho que ver el inmenso stock de capital inmobiliario improductivo que genero la crisis anterior. Nuevamente en 2021 – 2025 se ha reanudado la corrección de la brecha de productividad, aunque España sigue estando muy por debajo de la media de la Unión Europea. De continuar esta corrección al mismo ritmo, muy lento, la corrección total implicaría más de una década.
En los últimos cinco años la convergencia del PIBpc con respecto a la Alemania, principal potencia europea, se está reduciendo aceleradamente. En parte por el mal comportamiento de Alemania desde el 2020 y también por el mejor comportamiento de España con un crecimiento más abierto y equilibrado.
En el año 2020 la brecha del PIBpc de Alemania con respecto a España era de 13.000 euros. Esta brecha, en los últimos 5 años, se ha reducido en 3.000 euros. Entre los factores determinantes de esta convergencia están la mejora de la productividad de la economía española iniciada en 2021, como factor principal. En segundo lugar, el incremento de la población, debido al aumento de la población inmigrante. En tercer lugar, el buen comportamiento de las exportaciones de servicios, fundamentalmente del turismo y, por último, el gasto público.
Por primera vez la convergencia no solamente es consecuencia del aumento de la población y del empleo sino también, de la productividad. Un elemento a destacar es el crecimiento de la población inmigrante latinoamericana, que debido a la afinidad cultural y a su cualificación laboral se han integrado rápidamente en el mercado de trabajo.
No obstante, el proceso de convergencia está siendo muy lento y su aceleración va a depender de que el gobierno español sea capaz de acometer las reformas económicas pendientes con el objetivo de acelerar la mejora de la productividad y competitividad. Uno de los puntos débiles de la economía española es el insuficiente stock de capital por puesto de trabajo, capital físico y sobre todo capital tecnológico. En los últimos años, la inversión se ha reducido, siendo este el principal factor de la insuficiencia de stock de capital. La inversión no ha superado los niveles de la prepandemia. Esto está comprometiendo el potencial de crecimiento económico de España. Potencial de crecimiento que según las últimas previsiones del ministerio de economía enviadas a Bruselas está en 2% y podría reducirse al 1%.
Otro de los factores que limitan la productividad es el tamaño de las empresas. El tejido productivo español está muy atomizado. Las pymes, tiene dificultad de acceso a la financiación de sus inversiones. El tamaño en este sentido es importante y también en el proceso de innovación y desarrollo de nuevas tecnologías.
La adecuación y capacitación de la mano de obra es un factor determinante de la productividad. En un momento de innovación, digitalización y tecnologías disruptivas, la formación, adaptación y adquisición de competencias es fundamental para que la aplicación de esas tecnologías se traduzca en incremento de la productividad. En los próximos años va a ser muy importante la cooperación público-privada en el desarrollo e inversión en infraestructuras tecnológicas, como elemento acelerador de la productividad de la economía española.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios