Los universitarios andaluces que quieren emprender se multiplican por tres
Un estudio publicado por la Fundación Persán refleja que el porcentaje de los que quieren crear su empresa pasa del 4,5% en 2018 al 13,4% en 2021
Los que pretenden ser funcionarios son el doble respecto a tres años atrás y caen con mucha fuerza los que quieren trabajar por cuenta ajena en empresas medianas y pequeñas
El informe recomienda poner el foco en la formación específica en emprendimiento, que en Andalucía es escasa
Concha Yoldi presidirá el consejo social de la hispalense
Solo el 34% de los que emprenden en Andalucía perciben un entorno favorable
Se dice que el espíritu emprendedor entre los universitarios es escaso, que la mayoría quieren ser funcionario, pero eso está empezando a ser un tópico.
La Fundación Persán acaba de publicar un estudio, ‘Cómo emprenden los universitarios andaluces’, que refleja que en tres años, de 2018 a 2021, la intención de emprender de los estudiantes recién licenciados se ha multiplicado por tres. En 2018, al terminar la carrera el 4,5% deseaba ser empresario como elección de carrera laboral y tres años después esta cifra ascendía al 13,4%, por encima de la media nacional (13%). Según el estudio, se elevan también con fuerza los que quieren ser empleados públicos, del 12,8% al 21,9% y bajan en picado los que pretenden trabajar en pequeñas y medianas empresas (del 36,6% al 19,4%) mientras que se mantienen más o menos igual los quieren terminar en una gran empresa (18,9%).
Los datos son muy fiables, ya que han sido elaborados a partir de las encuestas del proyecto Gessss, una red internacional de 3.000 universidades que mide el emprendimiento universitario. En 2021, España fue el país en el que se realizaron más entrevistas, 98.000, y en Andalucía se hicieron 15.000, una cifra muy alta.
Andalucía es la primera región que, gracias al estudio de la Fundación Persán, ofrece los datos de forma agregada, informa José Ruiz Navarro, catedrático emérito de la Universidad de Cádiz (UCA) y coordinador de Gesss en España. Ha elaborado el estudio junto con los profesores de la UCA Juan Pablo Diánez González y Noelia Franco Leal.
El tópico del escaso espíritu emprendedor de los universitarios andaluces también se rompe si se pregunta de nuevo lo que quieren ser (o son) cinco años después de acabar la carrera. Entonces el porcentaje sube de forma importante, y casi uno de cada cuatro (23,5%) quiere ser empresario en 2021, en este caso algo menos que en 2018 (25,9%) pero también por encima de la media española. Otro cuarto (25,9%) aspira a ser funcionario y el resto se reparten entre empleados por cuenta ajena en empresas, ONG, instituciones académicas, etc.
El estudio también refleja que la intención emprendedora es algo masculino (el 32,4% de los hombres tienen idea de hacerlo de forma directa frente al 22,3% de mujeres) y que mayoritariamente se da en las ramas de ingeniería y arquitectura (34,2%), muy por encima en este último caso de la media española.
Los autores del informe también observan carencias en el sistema. En el apartado de recomendaciones, creen que existe poca formación específica de posgrado dedicada al emprendimiento y ceñida, básicamente, a ramas económicas y empresariales, algo reflejado por la Fundación Cotec de promoción de la innovación.
También reclaman traducir en recursos presupuestarios el discurso general a favor del emprendimiento y que las universidades creen un repositorio de empresas de éxito salidas de esos centros para motivar a los estudiantes, además de “conjugar la participación de distintas carreras” y unir en proyectos a hombres y mujeres y a personas de mayor y menor experiencia. También ven una necesidad la mejora de la participación de la mujer en los proyectos empresariales.
“Muchas veces se pone el foco en exceso en el voluntarismo y la meritocracia”, señala José Ruiz Navarro. “Eso importa, pero no es suficiente. Debe estar acompañado por la creación de un ecosistema que favorezca el emprendimiento”, añade.
Concha Yoldi, presidenta de la Fundación Persán, lanza un reto al mundo universitario: “La Universidad española tiene carencias. La formación transversal (lo que se conoce como soft skills) es muy fomentada en universidades de fuera y en España no se adopta como asignatura. Y las empresas nos fijamos más en ese tipo de conocimientos que en los técnicos, que sí transmite muy bien la universidad española”.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por Semillas LG