Cádiz decide su modelo de futuro

Han sido cuatro años de una especie de tanteo; como si se tratara de una trabajosa maniobra de variación del rumbo de la ciudad, que ha conocido desde 2015 otro modelo de gestión distinto al que impuso Teófila Martínez durante las dos últimas décadas. Ciertamente ha sido un mandato, este que acaba, exento de grandes proyectos o logros estratosféricos; pero las elecciones llegan en un momento en el que aparentemente la ciudad encara un futuro inminente donde sí se avecinan actuaciones de enorme calado.

En este contexto irán los gaditanos a las urnas el próximo 26 de mayo. En juego no está, de partida, ideologías políticas ni corrientes de pensamiento concretas. En el tablero se expondrán distintos modelos de gestión de la ciudad, distintas miras y metas para el Cádiz del futuro y el modo en que pueden alcanzarse esos objetivos.

A mayo de 2019 llega una ciudad que ha olvidado, prácticamente, las grandes inversiones y los proyectos de calado –a excepción del carril bici que ciertamente está transformando muchas zonas de la ciudad pero que llega de la mano en un 75% de la Junta de Andalucía–; y que sí ha mostrado especial atención a aminorar la deuda económica y la que se mantenía con los proveedores. Una ciudad que en lo relativo a la gestión ha notado la inexperiencia de un equipo de gobierno que no ha brillado, salvo casos puntuales, pero que ha soportado los embistes de la oposición y ha salvado los muebles en determinadas ocasiones importantes (como la concesión in extremis de la Edusi, la municipalización de los servicios de playa o la aprobación de los presupuestos el pasado año).

Lo que sí es evidente es que el alcalde, José María González, llega a mayo de 2019 tremendamente reforzado respecto a hace cuatro años. La popularidad incontestable de Kichi le hace ser ampliamente conocido por toda la ciudad, y su carácter y algunas gestiones realizadas le han valido el reconocimiento de no pocos gaditanos; a lo que se ha unido también una hábil maniobra de retirada de las inicialmente constantes apariciones nacionales, e incluso también a nivel local, donde se ha prodigado generalmente poco en actos y ruedas de prensa.

Vistos los antecedentes, toca mirar al futuro. ¿En qué momento se encuentra Cádiz? ¿Qué es lo más inminente para la ciudad? ¿Qué va a determinar los próximos años? Varios son los proyectos o actuaciones de calado a los que debe enfrentarse casi de inmediato esta ciudad y que cobran vital importancia en la convocatoria del último domingo de mayo.

Cádiz está en la antesala, se puede decir, de empezar a ejecutar la estrategia Dusi, lo que supondrá nada menos que quince millones de euros de inversión en zonas muy necesitadas de estas partidas económicas (como son Puntales, Loreto, Segunda Aguada, Cerro del Moro, Barriada de la Paz y Guillén Moreno) y que de la mano de esas actuaciones están llamadas a experimentar una importante transformación.

La movilidad es otro de los apartados que van a variar enormemente en el futuro próximo de la ciudad. El carril bici, por un lado, debe concluir el trazado previsto para permitir el tránsito de esos vehículos de dos ruedas por toda la ciudad y para dar paso a ese sistema ya anunciado de alquiler municipal de bicicletas para fomentar su uso; la avenida transversal que conectará el nuevo puente con el Paseo Marítimo será otra gran arteria para transformar la ciudad; el nuevo contrato de autobuses provocará, a priori, cambios en las líneas y nuevos recorridos y modelos de este servicio público; y la peatonalización también está llamada a ser otro de los grandes paradigmas de la movilidad en el futuro próximo. Aspectos todos ellos en los que cada opción política tiene planteamientos y proyectos diferentes; de ahí la importancia electoral del próximo 26 de mayo.

La limpieza de la ciudad ha sido uno de los focos de polémicas y batallas que los grupos políticos han mantenido durante estos cuatro últimos años, en los que la ciudad debería haber firmado un nuevo contrato que se ha retrasado en el tiempo. El diseño de la limpieza de la ciudad será, de hecho, una de las primeras ocupaciones que tenga la futura Corporación Municipal, que deberá aprobar el pliego y sacarlo a licitación de manera urgente.

A nivel urbanístico, también son varios los frentes destacados que tendrá que abordar Cádiz en estos próximos años. El cierre o concreción con la Junta de Andalucía de aquellos edificios y solares sin uso, que deben dar todavía lugar a diversos convenios entre las dos administraciones (como ha ocurrido en estos últimos días con la confirmación del emplazamiento de la Ciudad de la Justicia en los antiguos depósitos de tabaco); la definición de esa integración del puerto en la ciudad y los proyectos que en relación a eso se pueden desarrollar; la transformación pendiente del polígono exterior de la Zona Franca; o ese cordón universitario que empieza a atisbarse en la zona del Parque Genovés son algunos de esos 'melones' urbanísticos que tendrá que partir el nuevo gobierno de la ciudad.

Con todos estos grandes frentes pendientes de abordar de manera inminente, junto a la gestión propia de la ciudad (especialmente en lo relativo a Empleo, Vivienda y Políticas Sociales, que son las cuestiones más sensibles y al mismo tiempo más necesitadas de inversiones y de proyectos claros) arranca hoy la campaña electoral de cara al 26 de mayo. Por delante, 17 días de propuestas, opciones y planteamientos de cada formación política para buscar el voto del gaditano; la clave, que la ciudad se decante por el modelo más idóneo de cara a esa gran transformación que se avecina.