Así es Germán Beardo, candidato del PP a la Alcaldía portuense: El logro de pasar del anonimato a la omnipresencia
Elecciones municipales en El Puerto
El actual alcalde de El Puerto se presenta a la reelección con una estrategia muy diferente a la de 2019, cuando apenas era conocido
“Hemos conseguido que la gente vuelva a pensar en positivo”
Con tan solo 33 años, en 2019 Germán Beardo se convirtió en el alcalde más joven de la historia de El Puerto de Santa María. De cara a aquella campaña el trabajo era duro, porque había que dar a conocer al gran público a un candidato que si bien llevaba ya bastantes años en política -en el año 2011 comenzó a escalar posiciones desde Nuevas Generaciones del PP- se había fajado siempre más bien en puestos de segunda línea, alcanzando en 2015 el puesto de coordinador provincial del PP y convirtiéndose más tarde en la mano derecha del exalcalde Alfonso Candón, a quien llegaría a relevar en el siguiente mandato municipal, con el PP en la oposición, siendo nombrado presidente local del PP en febrero de 2018 y pocos meses después candidato a la Alcaldía.
Tras una magnífica campaña electoral, en la que su lema ‘Hola soy Germán’ le abrió las puertas de vecinos, entidades y colectivos, logró acceder a la Alcaldía tras un año y medio de intensa promoción personal, una promoción que no ha abandonado y que, ya incluso siendo alcalde, sigue practicando a través de una activa presencia en las redes sociales.
Precisamente una de las críticas que le hacen sus adversarios es su habilidad para estar presente en cualquier publicación relacionada con éxitos para la ciudad, sean propios o ajenos, ligando así su imagen a la que cualquier noticia positiva que trascienda sobre el municipio.
El objetivo de Germán Beardo, cuando está a punto de cumplir 38 años, ya no es que el Partido Popular sea la lista más votada en El Puerto, sino conseguir la ansiada mayoría absoluta con la que poder gobernar en solitario, sin la incertidumbre que ha sido una de las características de este mandato ya que ni tan siquiera con su pacto con Ciudadanos el gobierno municipal alcanza la mágica cifra de trece concejales, los necesarios para no depender de nadie más. Vox, a quien se daba por hecho en 2019 como un aliado seguro del PP, termina el mandato sin haber entrado en el pacto, aunque sí ha sido clave en varias ocasiones para dar un balón de oxígeno al gobierno de PP y Cs.
Algunos de sus colaboradores cercanos destacan de él su tenacidad, así como que “su camino se ha forjado con esfuerzo, con trabajo, subiendo los peldaños uno a uno, sin prisa pero sin pausa”. Desde su equipo también lo califican de “incombustible, cercano, hombre de valores y creencias, con un proyecto de gobierno firme”.
Precisamente firmeza no le ha faltado en algunas de sus batallas a lo largo de este mandato, siendo la más sonada la que mantiene con el sindicato mayoritario de la Policía Local, con el que lejos de llegar a entenderse mantiene una agria lucha desde el verano de 2021. Tampoco ha conseguido mantener la sintonía con otros portavoces de la oposición, a pesar de no contar con la mayoría en el salón de plenos, llegando a convertirse algunas sesiones en un campo de batalla.
Desde luego su mandato ha sido atípico en las formas, rodeándose de un núcleo duro de colaboradores de su total confianza en el que figura también el incombustible Antonio Caraballo, a quien Beardo rescató de una inminente jubilación convirtiéndole en su asesor personal.
Futbolista frustrado -una lesión le hizo abandonar su carrera deportiva- el candidato popular se enfrenta ahora a otro tipo de competición, la carrera por llegar de nuevo al sillón de la Alcaldía.
En casa de los abuelos
En esta imagen de su infancia que nos cede el candidato aparece con tres años en una visita a la casa de sus abuelos, en la calle Cielo, en pleno Barrio Alto portuense. Sus padres son médicos los dos y tiene un hermano.
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