El hombre sencillo que ha sido de todo en el PP

San Fernando/Gana en la cercanía, cuando deja a un lado el tono bronco que a menudo le demanda su posición política, sonríe y conversa afablemente de las cosas de La Isla. Le gusta contar anécdotas. Y, desde luego, tiene bastantes en cartera. José Loaiza –61 años, casado y padre de dos hijos– es ante todo un hombre tranquilo al que nada parece sobresaltarle después de una larga carrera política en la que ha sido de todo, tanto en el partido como en las instituciones: presidente provincial y local del PP, concejal de Urbanismo con Teófila, parlamentario andaluz, alcalde de San Fernando y presidente de Diputación, portavoz en la oposición...

Conoce la euforia de las grandes victorias en las urnas y también el amargo sabor de la derrota. Y sabe perfectamente que en esto de la política hasta el rabo todo es toro: "No siempre toca celebrar las victorias", dice al recordar una de esas malas noches electorales, las de las elecciones andaluzas de 2012, en las que el PP ganó sin mayoría. "El PSOE se había dado un batacazo espectacular pero lo estaba celebrando como si hubiera ganado porque sabía que iba a pactar y a gobernar con IU", recuerda. A él, aquello le tocó entonces de presidente provincial del partido.

José Loaiza se crío entre el patio Madariaga y la avenida Manuel de Falla. A los 17 años de alistó de voluntario en el Ejército de Tierra a pesar de la firme oposición de su padre, sindicalista y trabajador de la Bazán. "Al final dio su brazo a torcer gracias a mi madre, pero no quería que yo fuera militar", recuerda. Luego, ya siendo oficial, le picó el gusanillo y empezó a estudiar Derecho por la UNED. En seis años se liquidó la carrera. Era capitán cuando en 1996 dejó las Fuerzas Armadas y entró en la reserva activa.

Empezó a trabajar en un despacho en la capital gaditana y, a través de su compañero (marido de Mercedes Colombo), desembarcó poco a poco en el Partido Popular, con cuyos principios e ideales comulga plenamente. Así empezó su carrera política. Lo peor –admite– es siempre el tiempo que este oficio le quita a la familia.

Ahora aspira a reconquistar la Alcaldía tras cuatro años ejerciendo de líder de "la única oposición que ha existido en este mandato". Un papel, apostilla, que desde el PP isleño han ejercido "conociendo perfectamente lo que hay dentro del del Ayuntamiento" y cómo funciona después de haber estado en el gobierno. Es decir, que saben perfectamente hasta dónde puede llegar el ejecutivo municipal y en qué está fallando. Ocurre como con su campaña y su programa electoral, que –no se cansa de repetirlo en estos días– "tiene los pies en el suelo".

Eso sí, de sus años como alcalde solo cambiaría una cosa: "No fui capaz de hacerle ver al ciudadano que no era el momento de hacer grandes obras y proyectos sino de hacer cuentas y sanear tu casa. Fueron años muy malos, la crisis, el plan de ajuste... Yo me centré en arreglar los problemas económicos y administrativos de este Ayuntamiento. Era la prioridad pero eso no se ve...", advierte.

Asegura que no se arrepiente de ello. Era lo que tocaba hacer y lo hizo como máximo responsable del Ayuntamiento. Es más, se enorgullece de lo que hizo. "Si hoy la ciudad está saneada es por ese trabajo que se hizo entonces", apunta. Las obras del Ayuntamiento –insiste– es el más claro ejemplo de ello: "Dejamos las obras licitadas y solo quedaba ya continuar el proceso".