El Alambique
Manolo Morillo
Betilo
Los famosos cacharritos son uno de los grandes atractivos de la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino. Pequeños y no tan pequeños lo pasan en grande en esta zona del recinto de Las Banderas en la que la diversión está asegurada
Este año no hay ninguna atracción nueva, fundamentalmente se han instalado en la calle del Infierno los clásicos de siempre, que no por tradicionales pierden su público, más bien todo lo contrario, presentan un lleno absoluto.
Así, por ejemplo, no han faltado a su cita con la fiesta grande de El Puerto el Dragón, el Tren de la Escoba o el mítico Canguro, sin dejar a un lado a la más grande, la noria. También gozan de gran aceptación la Súper Olla Cachonda, el Barco Vikingo, la montaña rusa, los coches choques y el Ratón Vacilón en sus dos vertientes: la normal y la acuática con sus vertiginosos rápidos. En concreto, esta atracción ha apostado por las nuevas tecnologías y permite a sus usuarios llevarse una foto de recuerdo de su paso por algún tramo del recorrido bien vía e-mail bien a través de un mensaje WhatsApp.
Para adultos sin miedo a las alturas ni a la velocidad hay ciertos cacharritos que ponen a prueba su valentía. Desde el Inverter, el Gigant XXL o el Mystery Hotel -de caída libre- se escuchan carcajadas y gritos de pánico al mismo tiempo.
Por supuesto, los más pequeños disponen de una zona de atracciones adaptadas a su edad y estatura. Aquí se suelen llevar la palma los paseos en pony.
En lo que a tómbolas y juegos de azar se refiere, esta edición hay varios regalos 'estrella': las archiconocidas Monster High, la inconfundible Dora La Exploradora y los peluches extra grandes. Pero, sin lugar a dudas, el premio que todos los niños quieren conseguir es a Pepa Pig, una entrañable cerdita que está causando furor en Las Banderas.
Los tradicionales patos, el bingo -por donde no se puede andar sin tropezar con alguien atento a su boleto- y el gancho tienen también otro reclamo: peluches del anime japonés, que siguen en alza desde hace unos años.
Para tomar un respiro y retomar fuerzas entre atracción y atracción hay puestos de gofres, buñuelos, algodones de azúcar... Y como novedad de este año, se ha habilitado una calle de comida rápida para saciar el apetito con hamburguesas, kebab o patatas asadas. La vía ha sido asfaltada a tal efecto para que se pudieran instalar sillas y mesas a modo de terraza. No así el resto de las calles del parque de atracciones del recinto de Las Banderas, que presentaban un aspecto bastante lamentable con socavones por todas partes.
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