Blegamar pide medidas cautelares para paralizar las atracciones de Valdelagrana

Los propietarios de la comunidad Blegamar, formada por unas 500 familias, quieren tener derecho al descanso y no estar sometidos durante muchos días entre semana y fines de semana del verano a un torrente de decibelios hasta la madrugada, procedente de las atracciones de feria instaladas junto a sus pisos, lo que les obliga a mantener cerradas las terrazas y ventanas, en un sitio cercano a la playa de Valdelagrana y en plena canícula.

Los vecinos afectados por el ruido de estas atracciones de feria, que según afirman permanecen abiertas hasta las dos y las tres de la madrugada, vecinos afectados abiertas hasta las dos y las tres de la madrugada, gran parte de ellos residentes durante todo el año en Valdelagrana, llevan desde el pasado 6 de julio enviando requerimientos al Ayuntamiento para que se paralice la actividad de las atracciones, que carecen de licencia, sin haber obtenido resultado alguno. A medidos de mes, los afectados enviaron un burofax al alcalde, Germán Beardo, pidiéndole que en un plazo de 48 horas se paralizaran las atracciones instaladas en la bolsa de aparcamiento y zona verde existente en mitad de los bloques, pero tampoco surtió afecto.

De esta forma han transcurrido los días y no han visto movimiento por parte del gobierno local: las atracciones siguen funcionando y el paso a la playa por parte de los peatones, que antes era cómodo y espacioso, ha quedado ahora reducido y muy estrecho por la ocupación del espacio.

Por este motivo, la comunidad de propietarios intercomunidad de Blegamar ha decidido interponer un recurso contencioso administrativo ante el juzgado de Cádiz (el que lleva estos casos), en el que solicita a la autoridad judicial, "por circunstancias de especial urgencia", la adopción de medidas cautelares "para la protección de derechos fundamentales frente a la inactividad del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María". De esta forma, se pide al juzgado que inste al Ayuntamiento a suspender de inmediato las actividades de este parque de atracciones, que además, según apuntan en el recurso de interposición, se encuentra en terrenos "de titularidad municipal, colindantes con la ribera del mar y clasificados por el PGOU como sistemas locales viarios y dotacional de aparcamientos, de dominio y uso público, integrando espacios públicos, una zona verde". En total, la ocupación de dominio público municipal es de 4.000 metros.

Los vecinos, que reclaman su derecho al descanso, están indignados también por el hecho de que se ocupe una zona de dominio público "y sin pagar una sola tasa", lo cual "puede conllevar algún tipo de responsabilidad contable". El recurso presentado es en realidad un paso previo a la presentación de una demanda contencioso administrativa, en la cual los residentes de estas urbanizaciones podrían reclamar otro tipo de responsabilidades a políticos municipales.

Los vecinos lamentan la circunstancia en que se encuentran (son 27 bloques afectados) ya que, además, las atracciones cuentan con efectos sonoros y lumínicos, con lo que la contaminación que se ven obligados a soportar es doble: lumínica y acústica. Especial relevancia alcanza una montaña rusa que se ha instalado en mitad de la feria y que tiene un curioso nombre: 'Super ratón el más vacilón', paradigma de la situación que están viviendo estos vecinos y veraneantes.