Comienzan a instalarse los colectores que conducirán el agua hasta el tanque de tormentas en El Puerto

Infraestructura hidráulica / Apemsa

De manera paralela, Apemsa esté ejecutando también el foso para el gran depósito de aguas, que tendrá la capacidad de cuatro piscinas olímpicas

Ya están construidas las pantallas perimetrales del depósito, de 23 metros de profundidad

El nuevo tanque anticontaminación de El Puerto: Una gran obra que mira al río

“El tanque de tormentas es la obra más ambiciosa de Apemsa”

La obra de los colectores para conducir el agua al tanque de tormentas, al final de la avenida de la Bajamar, esquina con la Rotonda de la Puntilla.

Las obras del tanque de tormentas (o tanque anticontaminación) continúan en la zona de la Puntilla, concretamente en la Rotonda de la Puntilla y el tramo final de avenida de la Bajamar, que está ejecutando la empresa de aguas Apemsa.

En la actualidad, tal como ha informado Apemsa, se está ejecutando la sección U1 en la Avenida de la Bajamar, con la instalación de un colector de gran tamaño realizado a base de marcos rectangulares de hormigón armado con interior de polietileno. Así mismo, se continúa trabajando en el propio foso del tanque de tormentas.

La obras de construcción del tanque anticontaminación en la avenida de la Bajamar alcanzan un importe de 13.347.404 euros (IVA incluido). Se trata de un gran depósito, con una capacidad de almacenaje de hasta 10.000 metros cúbicos de agua de lluvia, que es el equivalente a 4 piscinas olímpicas, que retendrá el agua de lluvia y evitará que la suciedad, que se arrastra de las calles tras un episodio de lluvias torrenciales, termine en el río Guadalete. Se trata de una obra técnicamente compleja, por su ubicación colindante con el rio, donde también es fundamental mantener en funcionamiento la infraestructura existente durante la ejecución de los trabajos.

Un tanque anticontaminación es un gran depósito preparado para retener el agua de la lluvia, que evita que, en caso de lluvias torrenciales, llegue al río la suciedad de las calles, generada por el tráfico (aceites y grasas) o por la actividad en la ciudad (plásticos, papeles, mascarillas, colillas, …). Cuando las primeras aguas de lluvia, que son las más contaminadas, llegan al tanque a través de las alcantarillas, se almacenan en un depósito que, por su diseño, retiene estos materiales. Si la lluvia persiste y el tanque se ha llenado, las aguas de lluvia, ya sin contaminación, se vierten al río a través de un aliviadero y mediante bombeo de aguas pluviales. Además del bombeo de aguas pluviales hacia el río, la instalación está equipada con un bombeo de aguas residuales, que es el que permite llevar hasta la depuradora las primeras aguas de lluvia, que son las que se han retenido inicialmente junto con los sólidos.

La puesta en servicio de esta importante infraestructura contempla el traslado de la actual Estación de bombeo de aguas residuales situada en la calle Aurora y la modificación de los colectores de aguas fecales y pluviales del entorno.

Esta infraestructura mejorará también la evacuación de los alrededores de la glorieta Miguel del Pozo, donde llega el agua procedente de Ronda de las Dunas y Avenida de la Libertad, que es la zona que tradicionalmente se encharca, cogiendo un nivel alto.

Otra imagen de la instalación de los nuevos colectores, de gran capacidad.

Para la ejecución de este proyecto, se ha dividido la obra en 4 tramos o secciones. En el momento actual se está llevando a cabo la colocación de marcos de hormigón armado con interior de polietileno de 3 por 1,50 metros en la Avenida de la Bajamar (sección U1). Debido a la cota de colocación, se ha hecho una estructura a base de secciones rectangulares que supondrán una mayor capacidad y ocuparán menos espacio que los tradicionales tubos redondos. Los otros tramos de ejecución son en la calle Aurora (sección U2), en la Rotonda de la Puntilla (sección U3) y la sección U4, que recogerá las secciones U2 y U3.

En el tanque se colocarán 3 bombas helicoidales y 4 bombas centrífugas lo que hará en su conjunto una capacidad de evacuación mayor; pasará de 6 metros cúbicos por segundo, que hay en la actualidad, a 11 metros cúbicos por segundo.

El proyecto tiene una serie de edificios anejos, que se ha intentado minimizar para no alterar el entorno paisajístico. Albergarán los cuadros eléctricos y el grupo electrógenos.

El proyecto contempla una escollera en escalera para disipar la energía con la que se lanza el agua, evitando que se haga efecto cascada, lo que produciría erosión en el cauce lateral del río.

El tanque de tormentas consta de 4 líneas con cuatro volteadores de limpieza, que es un sistema automático de limpieza y drenará a través de la estación de bombeo que sustituirá a la de Aurora. Algo importante es que se colocarán dos tamices de aliviadero para evitar que cuando se desagua en el río se viertan flotantes. De esta forma, el agua que llegue a la evacuación estará previamente tamizada y se evitarán que los gruesos salgan.

A la par de la fase U1, se está trabajando en el propio foso del tanque, donde hay que colocar una estructura de hormigón cuyo mayor problema que tiene es que hay que evitar que flote. La solución es muy complicada porque hay que trabajar justo en el margen del río, donde el terreno es aluvial para lo que ya se han construido unas pantallas de 23 metros de profundidad. Hay que trabajar con permanentes infiltraciones del río.

La última fase en ejecutar de este importante proyecto será dejar sin servicio la EBAR de Aurora.

Un segmento de los colectores, que no son de forma circular.

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