Construir un nuevo Vaporcito, el Adriano IV, costaría 400.000 euros

El Adriano III, el célebre Vaporcito de El Puerto, languidece varado en dique seco junto a la avenida de la Bajamar, a la vista de todos y sin visos de que su situación vaya a mejorar en un futuro próximo. Ver esta imagen día tras día desde hace años en pleno centro de El Puerto no deja indiferente a nadie, tampoco a los integrantes de la asociación portuense El Vaporcito, que llevan ya mucho tiempo pidiendo una solución para la emblemática nave.

Hace algún tiempo esta misma asociación ya había pedido que la motonave se reparase y se ubicase en algunas de las rotondas del término municipal -tal y como ocurre con la réplica de la carabela La Niña- pero el actual propietario del barco se opuso a ello.

Ahora, y tras denunciar la pasividad de la propiedad de la nave a la hora de poner en marcha la reconstrucción del barco, la entidad va un paso más allá y anuncia una campaña encaminada a la construcción de una nueva embarcación, el Adriano IV, a imagen y semejanza de su predecesor.

El presidente de la asociación, José María García Flores, ya ha comunicado esta intención a instituciones como el Ayuntamiento portuense y la Junta de Andalucía, que en principio ven con buenos ojos la iniciativa. Lo que no está demasiado claro aún es la fórmula jurídica que se utilizaría para la construcción de esta nueva embarcación, que tendría una función de reclamo turístico y podría realizar paseos por la Bahía, ya que hoy por hoy su funcionamiento como servicio regular entre El Puerto y Cádiz no tendría sentido.

La asociación, en la que de momento figuran apenas una veintena de personas, tiene previsto emprender en breve una campaña de recogida de apoyos, de manera que se involucren en el proyecto no sólo ciudadanos a título particular, sino también entidades y colectivos.

Incluso cuentan ya con un primer presupuesto aproximado de lo que podría costar poner en navegación un nuevo barco a imagen y semejanza del Adriano III: 400.000 euros. La idea de los promotores de esta iniciativa es la de sembrar el espíritu de la colaboración entre el mayor número de personas y colectivos posible, de manera que se puedan organizar festivales y eventos encaminados a la búsqueda de fondos. Tampoco descartan el poder obtener algún tipo de subvención pública y para ello cuentan con el asesoramiento de los técnicos municipales del área de Fomento, que les están orientando sobre las posibles vías a seguir.

La asociación abrirá además una cuenta bancaria para las posibles aportaciones ciudadanas y tratará de habilitar algún punto físico donde los portuenses puedan informarse directamente sobre el proyecto.

También desde la entidad se están asesorando sobre otras iniciativas similares que se han emprendido en otras localidades costeras, con la recuperación de barcos emblemáticos o su conversión en reclamos turísticos.

El objetivo, en cualquier caso, sería que una vez construido el barco su funcionamiento se autofinanciase, dedicando las ganancias que genere su explotación al propio mantenimiento de la nave.

El presidente de la asociación quiere que el barco "vuelva a ser seña de identidad de nuestra ciudad, dada la manifiesta imposibilidad de que su antecesor pueda ser reparado". El Vaporcito no se merece seguir languideciendo a la vista de todos.