Fallece en Calpe el empresario hostelero José Ramón Perles, artífice del mítico pub El Convento
Obituario
Tenía 73 años de edad y fundó algunos de los negocios que se transformaron en clásicos de la hostelería portuense
El Puerto/Este pasado fin de semana falleció en la ciudad de Calpe (Alicante) José Ramón Perles Giner, a la edad de 73 años, donde residía con su mujer y sus hijos. José Ramón Perles, de ascendencia alicantina, pertenecía a una de las familias de la zona de levante que se asentaron en El Puertode Santa María a mediados del siglo pasado para dedicarse al negocio de la pesca, un colectivo emprendedor de armadores y gente de mar que en su momento desempeñó un importante papel en el desarrollo económico de la ciudad.
Desde hace más de veinte años residía en la costa alicantina, en una especie de 'vuelta a los orígenes' que había realizado después de haber ejercido durante mucho tiempo como empresario hostelero en El Puerto, poniendo en marcha varios negocios que marcaron una edad dorada en la ciudad y que estuvieron de moda durante la Transición y en años posteriores, hasta finales de los 90, llegando a ser conocidos en toda España y lugar de paso obligado para gente de toda la provincia, artistas, empresarios e incluso la Familia Real.
El más conocido de los negocios que dirigió fue El Convento, un pub-discoteca con patio que estaba situado en la Avenida de La Bajamar, en una finca de su propiedad actualmente demolida, un lugar que perdura en la memoria de varias generaciones y donde se combinaba la esmerada ambientación de un antiguo monasterio, el buen gusto por las antigüedades, una excelente atención al público y la mejor música del momento, llegando a tener tal éxito que fue de los primeros en la ciudad que necesitó portero para controlar la entrada.
Anteriormente, puso en marcha el pub Milord, un local de aire inglés muy bien decorado, una auténtica escuela de hostelería y coctelería que llevaba su sello personal, y que según recuerdan otros empresarios como Juan Franco, que posteriormente regentó el local, priorizaba la atención al cliente por encima de todo, escogiendo a los mejores profesionales para estar de cara al público, transformándose en centro de la vida social, cultural e incluso política de El Puerto.
Por esas fechas, inauguraría también el restaurante La Casona, siempre con un sello especial que combinaba lo antiguo con la vanguardia, donde la música, aunque en segundo plano, estaba muy presente, ya que el propio José Ramón era un apasionado del pop de los setenta, habiendo pasado en su juventud por algunas bandas locales como Los Simbroni.
Pero no sólo destacó como empresario hostelero adelantado a su tiempo. Fue además una persona muy querida y conocida que supo conservar sus vínculos con amistades y familiares portuenses, a quienes visitaba todos los años por Navidad. La noticia de su prematuro fallecimiento ha causado una profunda tristeza entre sus amigos y conocidos.
La semana próxima se oficiará en Calpe una misa por su eterno descanso.
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