"Germán no da la cara"

Seis ex-empleados de la empresa municipal Impulsa El Puerto -tres hombres y tres mujeres- que fueron despedidos el 26 de octubre de 2017 han querido hacer pública su situación, ya que como afirman “no podemos aguantar más ante los reiterados incumplimientos de palabra de Germán Beardo, alcalde de la ciudad”.

El que fuera director comercial de Impulsa prácticamente desde su creación, Jesús Vaca, en representación de sus compañeros despedidos, ha remitido un duro escrito a Diario de Cádiz en el que explica que siguen esperando el pago de la mensualidad de octubre de 2017, la liquidación y el preaviso al que tenían derecho tras el despido, un procedimiento que está ahora en manos del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) tras recurrir los trabajadores la consideración de despido objetivo que acordó el anterior gobierno municipal.

Como recuerda Jesús Vaca “cuando Germán Beardo accedió a la Alcaldía -en 2019- nos reunimos con él y nos prometió que este asunto no llegaría ni a juicio, ya que antes de diciembre de 2019 estaría todo arreglado”. Hay que recordar que se les indemnizó con 20 días por año, tras haberse roto las negociaciones.

El alcalde les proponía, según explican los ex-trabajadores, ser indemnizados con las mismas condiciones que las que aplicó el Partido Popular unos años antes, cuando se despidió a siete trabajadores de la empresa municipal Suvipuerto, de manera que los empleados despedidos aceptaron la propuesta.

Sin embargo, explican que “pasaban los días y veían que ni el Ayuntamiento ni Impulsa hacían absolutamente nada. Germán ya no nos atendía, los juicios se celebraron y recurrimos al TSJA porque no estábamos de acuerdo con la sentencia”, señalan.

Además cuando fueron despedidos no se les pagó ni el mes de octubre trabajado, ni la liquidación, ni el preaviso, “algo que queda fuera de toda duda entre las partes y es legalmente nuestro, independientemente de los juicios”, insiste el portavoz de los ex-trabajadores, quien añade que “hemos intentado por activa y por pasiva que esas cantidades nos la abonen. Por un lado Germán no da la cara y por otro desde Impulsa nos desvían a Germán. Un auténtico sin sentido”, insisten.

Los afectados añaden además que su situación económica es “penosa, ya que estamos cobrando los 450 euros de ayuda para mayores de 55 años y malviviendo de la ayuda de familiares y amigos”.

Las cantidades pendientes ascienden, para el conjunto de los seis trabajadores despedidos, a unos 50.000 euros, a repartir en distintas cuantías en función de la antigüedad y cargo que ostentaban en la empresa. Los afectados guardan incluso mensajes del alcalde afirmando que todo se solucionaría, aunque finalmente no ha sido así, casi un año y medio después.

La presidenta de Impulsa, Marina Peris -con la que también quisieron hablar, sin éxito- les remite al gerente de la empresa, y este de nuevo les deriva al alcalde, “y mientras nosotros sin cobrar”, lamentan.

“Lo hemos intentado todo con Germán, pero no da la cara. Además, después de despedirnos colocaron a dedo a dos personas nuevas. El personal de Impulsa cobra religiosamente, así como el bufete Cosano -que asesora a la empresa municipal-, cantidades que han sido además pagadas por el Ayuntamiento mediante subvenciones directas a Impulsa El Puerto, y que superan con mucho lo que nos deben a nosotros”, concluyen.