El Alambique
J. García de Romeu
Una Medalla de Oro
Tribuna Libre
El pasado fin de semana se ha hecho presente en El Puerto una nueva edición
de la Motorada, con motivo del Mundial de Motociclismo de Jerez. El Puerto
de Santa María se ha preparado, como todos los años, para recibir a moteros
turistas con ganas de fiesta y alboroto. Una fiesta mayoritariamente diseñada por y
para la exaltación masculina y sus formas de ocupar la calle, los espacios de ocio, la
ciudad… En este evento muchos bares de copas ofrecen un calendario de
actividades como reclamo con publicidad sexista y exhibiendo a mujeres como
meros objetos que incitan al consumo. Hemos visto cómo proliferaban los carteles
sexistas de negocios como 'New Palace' por las carreteras y puntos claves de paso
de moteros. Como escenario ya habitual y demasiado naturalizado tenemos el
aumento de silbidos, pitidos desde el coche, comentarios sexuales, acercamientos
intimidantes, persecuciones, tocamientos sin permiso, etc. En definitiva, aumento de
acoso callejero por parte de moteros en manada con ganas de poder dar rienda
suelta a una impunidad de comportamientos machistas. Es habitual que durante los
días que dura este evento en nuestra ciudad las mujeres suframos más acoso
callejero en el espacio público. Empezábamos el viernes por la tarde con una
agresión machista a una compañera de la Asamblea Feminista Las Tres
Rosas en la que se le propinó un golpe en la cabeza y fue objeto de burlas por
parte de un grupo de hombres moteros.
Ni siquiera ha podido denunciar este hecho en la policía porque no pudo registrar las
matrículas de las motos ni sus caras debido a los cascos que llevaban puestos.
Este sólo ha sido uno de los numerosos incidentes que provocan muchos moteros
que vienen a hacer turismo de borrachera y pasar por nuestra ciudad de manera
casi impune cometiendo todo tipo de conductas incívicas, irregularidades,
infracciones e incluso delitos. La propia Policía Local de El Puerto anunciaba que
únicamente desde las 15.00 horas del jueves y hasta las 7.00 horas del viernes se habían registrado ya alrededor de unas 250 denuncias por distintas infracciones. En esta primera jornada se levantaron también sendas denuncias por conducción temeraria y por la pérdida de vigencia del carné de conducir, se habían producido conducción con altas tasas de alcoholemia y drogas y carreras ilegales provocando inseguridad ciudadana. Todo esto se ha multiplicado exponencialmente a lo largo del fin de semana.
La Motorada está siendo un evento más del turismo de borrachera que se está promocionando desde los responsables políticos que están en el gobierno municipal. Durante varios días El Puerto se pone en venta, se pone en bandeja para que se incumplan normas de tráfico, normas de convivencia, valores de respeto hacia los viandantes y las gentes que habitan en las distintas zonas de la ciudad, descuido por completo de nuestro medio natural dejando que cientos de personas quemen ruedas de forma compulsiva como mero hobbie provocando un estruendo insoportable y una contaminación que no nos podemos permitir respirar. También se incumplen las normas de accesibilidad para las personas con discapacidad. Es sorprendente cómo las motos invaden con total impunidad espacios en los que no se puede aparcar e incluso estacionan en las aceras sin dejar pasar por ellas. La siguiente foto es solo una muestra de cómo zonas alejadas del centro de la ciudad se encuentran durante estos días.
Barrios tranquilos de la ciudad, alejados de discotecas y las zonas de ocio nocturno
que también están siendo objeto del aumento de los pisos turísticos y todas las
consecuencias de este turismo de borrachera. Por supuesto, pisos turísticos que
han proliferado para la Motorada. Son numerosísimas las personas que me han
contado que se van este fin de semana de la ciudad o que no salen a penas por los
riesgos que conlleva salir a pasear por determinadas zonas o trasladarse en coche por nuestras carreteras. Muchas vecinas y vecinos huyen o se enclaustran en sus
casas a esperar que pasen estos días. Esta es la venta de El Puerto que está
haciendo el equipo de gobierno que encabeza Germán Beardo. Un modelo ciudad
de usar y tirar, de consumo para un tipo de turista que ni aporta riqueza, ni
valor, ni promociona empleo. Un modelo de ciudad para el turismo de borrachera,
los pisos turísticos, el encarecimiento de la vivienda, la expulsión de vecinos/as de
sus casas, del empleo precario y estacional en la hostelería, etc, etc, etc.
Hace unos días Canarias dio a toda España una lección de dignidad por defender la
vida, la habitabilidad y el bien común. ¡Canarias tiene un límite!, decían. O ¡No es
odio al turista, es amor a nuestra tierra!. Efectivamente, cuánta razón hay en esas
consignas que representan la desesperación de toda una población. Yo también me
digo cada día que El Puerto también tiene un límite.
También te puede interesar
Lo último