El Alambique
Belén Domínguez
El río que nos lleva
Gran Premio de España de Motociclismo
Sábado de Motorada en El Puerto y como cada año por estas fechas la ciudad está a rebosar. El viernes ya se dejó notar el ambiente que trae consigo la fiesta motera, con miles de personas en las calles y un dispositivo especial de tráfico que viene siendo prácticamente el mismo desde hace muchos años, aunque es cierto que en esta ocasión se ha notado una mayor presencia en las calles de la Policía LocalPolicía Local, junto a efectivos de la Policía Nacional y otros cuerpos como los Bomberos, que instalaron un retén especial contraincendios en el centro de la ciudad.
La nota distintiva la puso en la noche del viernes la lluvia que irrumpió en forma de fuertes chaparrones, también a primera hora de la mañana del sábado, aunque después salió el sol y la jornada del sábado se pudo desarrollar sin mayores impedimentos.
No obstante, y a pesar de la mayor presencia de controles policiales, ya se sabe que este fin de semana lo que reina es el descontrol en materia de ruido, sobre todo, ya que los decibelios campan a sus anchas en toda la ciudad tanto por parte de las motos como de los establecimientos que sacan sus bafles a la calle y montan improvisadas discotecas hasta la madrugada. La accesibilidad también desaparece, con cientos de motos sobre las aceras y numerosas calles cortadas.
Como viene siendo costumbre en los últimos años, las zonas de exhibición de los moteros han sido principalmente el acceso a la ciudad desde Jerez a través de la antigua Nacional IV, sobre todo entre el centro Comercial El Paseo y Porcelanosa, y el tramo más cercano a la barriada de El Tejar, donde cientos de espectadores se concentran mañana, tarde y noche para jalear a los moteros, a los que tampoco hace falta tocarles mucho las palmas para que den rienda suelta al acelerador.
Aunque es cierto que los visitantes dejan mucho dinero en la ciudad, sobre todo en alojamientos y hostelería, también los hay de presupuesto ‘low cost’ que ayer comían bocadillos a las puertas de los supermercados cercanos para unirse más tarde a la fiesta.
El acceso a la la altura de Valdelagrana también es un punto caliente en estas fechas, lo mismo que la zona baja del casco histórico sobre todo la Ribera del Marisco y la avenida Micaela Aramburu.
El balance de incidentes hasta el momento no ha revestido gravedad, con varias caídas de motoristas y una colisión entre dos motos, sin consecuencias.
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