Pozos Dulces, nueve años perdidos
Un proyecto frustrado
La principal entrada al centro de El Puerto se queda casi como estaba antes de las obras que han tenido la zona impracticable casi una década, sin el parking subterráneo
Cerca de nueve años han pasado desde que en mayo de 2014 se abriera el primer agujero en Pozos Dulces, la principal vía de entrada al centro de El Puerto de Santa María, con motivo de la excavación arqueológica de la zona, previa al inicio del proyecto de construcción de un aparcamiento subterráneo de 500 plazas. Casi nueve años después Pozos Dulces sigue sin parking subterráneo y la zona recupera el estado que tenía antes de que se iniciara el fatídico proyecto, una decisión que echando la vista atrás ha resultado ser uno de los peores fracasos de la historia reciente de El Puerto.
El origen del proyecto se remonta al año 2009, bajo el gobierno de Partido Popular y Partido Andalucista y siendo alcalde el popular Enrique Moresco. Tras una interminable lista de problemas surgidos desde sus inicios, con una oposición social muy importante antes de las elecciones de 2015 y sin que sus impulsores se atrevieran a agilizar los trámites antes de esos comicios, el proyecto inicial de construir dos aparcamientos (uno en la Plaza de Toros y otro en Pozos Dulces), con una inversión de 15 millones de euros, quedó reducido ya en el siguiente mandato, estando el PSOE en la Alcaldía, a un solo parking en Pozos Dulces y una inversión de 9 millones, incluyendo la urbanización de la cubierta.
El parking está ejecutado ya al 50%, con una inversión realizada que se cifra en unos nueve millones de euros, más otro millón y medio que se invirtió en la Plaza de Toros y que finalmente ha sido un dinero caído en saco roto.
Aunque el equipo de gobierno anunció en 2019 la salida de Impulsa El Puerto de la promotora de la obra, Impulsa Aparca, lo cierto es que esa salida está vinculada a la llegada de un nuevo socio inversor que de momento no existe, por lo que la empresa municipal Impulsa El Puerto sigue teniendo dos consejeros en el Consejo de Administración de Impulsa Aparca, César de la Torre y Marina Peris.
La única opción de terminar el subterráneo es que aparezca un socio solvente que apueste por terminar la obra -para lo que habría que tocar de nuevo la superficie, al menos en parte- algo complicado teniendo en cuenta los antecedentes del proyecto y otros aspectos como la próxima construcción de otro parking subterráneo promovio por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) a pocos metros, en la avenida de la Bajamar.
Al parecer hay una empresa del sector que se habría interesado por terminar el parking, pero de momento solo hay conversaciones sobre las posibles opciones para terminarlo, que podrían pasar por la reducción de las 500 plazas inicialmente previstas, por ejemplo, dejando el aparcamiento en una sola planta en lugar de dos.
El equipo de gobierno de Germán Beardo ha presentado la urbanización de Pozos Dulces como un logro que acaba con un problema enquistado, invirtiendo los 500.000 euros del aval incautado a la constructora en devolver la zona al estado anterior a las obras. Esta decisión, si bien supone un alivio al acabar con el lamentable estado que presentaba este acceso a la ciudad, no ha sido más que la confirmación del fracaso del proyecto, que el actual alcalde prometió solucionar antes de llegar a la Alcaldía terminando el subterráneo de una vez por todas.
Quienes más han sufrido el lamentable estado de Pozos Dulces durante cerca de una década han sido los pequeños empresarios con negocios cercanos, aunque también otras empresas como el Casino Bahía de Cádiz, con un edificio acondicionado en El Cortijo desde hace años al que aún no se han trasladado precisamente por la falta de aparcamiento.
Uno de los comerciantes que más ha sufrido en primera persona este proyecto maldito ha sido el propietario del bar El Potaje, Manuel García Gallardo, que lleva trece años en la zona. “Yo he vivido esto en primera línea, por aquí no pasaba nadie y menos mal que durante el tiempo que duraron las obras teníamos a los trabajadores, que venían a desayunar. Ha sido muy duro”, recuerda. Lógicamente Manuel se alegra de que la zona vuelva a la normalidad, pero cree que tanto padecimiento “no ha merecido la pena para que esto se quede como estaba, incluso con menos plazas de aparcamiento que antes”.
Tampoco están muy convencidos los vecinos de la zona con el diseño de la nueva urbanización, en la que las aceras están a ras de la calzada y de momento no hay espacios previstos para carga y descarga, estando aún pendientes de la solución que se dará al tráfico de las calles adyacentes.
Los partidos políticos portuenses tampoco coinciden con la triunfalista versión municipal que se ofrece sobre la “solución” dada al problema. El portavoz del PSOE, David de la Encina, recuerda que “fue el PP el que nos metió en esto y aún así, entre 2015 y 2019 deshicimos la maraña de un contrato que ataba de pies y manos al Ayuntamiento y a Impulsa, logrando que se hiciera la estructura del parking, con unos diez millones de euros están ya invertidos, por lo que con otros cinco millones debería haberse terminado. Eso es lo que prometió el PP en campaña y ya gobernando, su solución era terminar la obra y lo que han hecho ahora ha sido gastar medio millón de euros en tapar el parking, faltando a su promesa y confirmando el fracaso en el que nos metió el PP en 2009”. De la Encina cree que esta obra es “un tapabocas para que de aquí a mayo la ciudadanía no hable del fracaso de la operación del PP”.
Por parte de Izquierda Unida su concejal José Luis Bueno también cree que “Beardo ha engañado a todos. Llegó a la Alcaldía prometiendo que iba a terminar el parking, dijo que tenia las soluciones para hacerlo y que tenia inversores interesados en explotar el aparcamiento, y al final ha terminado enterrando un ruinoso proyecto que nunca tuvo que ver la luz y en el que él estuvo implicado desde el principio. Recordemos que Beardo fue consejero en Impulsa cuando el PP de Enrique Moresco aprobó el proyecto. Ha optado por la solución más fácil: echar hormigón para tapar las vergüenzas del PP y ocultar un proyecto que desde el inicio se veía que no tendría un buen fin”.
Para el portavoz de Vox, Juan Carlos Sanz, “se podría haber hecho algo más, es cierto que la zona estaba en un estado deprimente y había que darle una solución, pero quizás se podía haber trabajado más para poder terminar el parking después de los graves perjuicios sufridos por comerciantes y vecinos de la zona”.
El concejal de Unión Portuense Javier Botella, por su parte, cree que “todos los portuenses nos alegramos de ver por fin la entrada de El Puerto adecentada, pero tras diez años de obras e invertir más de diez millones de euros de dinero público para nada solo habrá aparcamientos en superficie en la entrada de la ciudad, volviendo a lo que ya teníamos. Desde luego no podemos estar satisfechos, ya que no es la solución que Beardo prometió, es más, ni siquiera es una solución, es un parche que lleva consigo una pesada hipoteca”. También cree que es “inconcebible cómo un proyecto fracasado, que el propio Beardo comenzó en 2013 como consejero del PP en Impulsa, se vende a los portuenses como un éxito de su gestión. Quieren sacar rédito de lo que a todas luces es un parche puramente electoral, pero no solucionamos el problema estructural, que es la falta de aparcamientos”.
Finalmente por parte de los vecinos la presidenta de la Federación Local de Asociaciones de Vecinos (Flave), Milagros Muñoz, considera que la urbanización de Pozos Dulces es “una patada hacia delante por terminar para las elecciones. Por supuesto se mejora la entrada a la ciudad que tanto han sufrido los comercios de esa zona y tras la vergüenza que hemos sentido los vecinos ante la llegada de turismo, pero seguimos con la falta de aparcamientos que se agravará teniendo en cuenta las obras en la avenida de la Bajamar. Creemos que no se ha peleado lo suficiente para culminar las obras según se prometió, se han enterrado casi diez millones de euros. Esto es un fracaso de varios gobiernos que no se han puesto de acuerdo para gestionar y los sufridores, como siempre la ciudadanía”.
Se pondrán bolardos en las nuevas aceras
Una de las quejas de comerciantes y hosteleros de la zona con respecto a las obras que están ya casi finalizadas es la ausencia de aceras a disitinto nivel de la calzada a lo largo de la calle Pozos Dulces, algo que consideran no solo peligroso sino también inconveniente, al temer que sean muchos los conductores que aprovechen esta circunstancia para aparcar sobre la acera sin ningún tipo de miramiento, sobre todo en épocas de gran afluencia de visitantes como los meses de verano. Consultado al respecto el concejal de Mantenimiento Urbano, Curro Martínez, ha anunciado que se han encargado ya bolardos para ubicar a lo largo del margen de la acera para evitar esta circunstancia. No obstante, los comerciantes piden también que se habilite una zona de carga y dercarga, ya que de momento no existe.
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