El Alambique
Manolo Morillo
Betilo
Gastronomía
La Bodega de Mora de Osborne volvió a llenarse de público durante la jornada del domingo, con motivo de la IX edición de las Jornadas de la Sal y el Estero, un evento que coordina Nicolás Terry y que este año, a pesar de las dificultades y de algunas zancadillas, ha conseguido renovar el éxito de sus anteriores ediciones.
Desde antes de la una de la tarde una gran cola de personas se formaba a las puertas de la bodega para acceder a la misma, de manera que al entrar cada comensal recibía la copa oficial del evento, junto a los tickets para degustar las distintas tapas y obsequios como una botella de vinagre de yema Cepa Vieja y un frasco de sal marina en escamas, cortesía de dos de los patrocinadores del evento.
En esta ocasión las jornadas se abrían también, por primera vez, a un restaurante de fuera de El Puerto, en concreto el nuevo proyecto del chef Pablo Terrón en Jerez.
Además de destacados restaurantes portuenses, participaban también en el evento entidades con fines sociales como Afanas y la Fundación Osborne, con su escuela de cocina.
Desde primera hora los stands ubicados tanto en el patio como en el interior de la bodega estuvieron sirviendo tapas, dejando paso después a los postres, cafés y mini gintonics, junto a los vinos y especialidades portuenses como Cacao Pico que se pueden probar en este evento. Muchas personas también aprovecharon para comprar los exquisitos dulces de las religiosas del Espíritu Santo, que se podían adquirir en un puesto instalado en la bodega.
Como colofón el grupo de Víctor Raposo y su gente ofreció una animada actuación.
Nicolás Terry, al término del evento, pidió disculpas por los posibles fallos que se hubieran podido registrar a lo largo de la jornada y se mostró convencido de que habrá una décima edición de la Sal y el Estero, una iniciativa privada que impulsa el turismo en temporada baja y que pone en valor el pescado de estero como materia prima de calidad.
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