El Alambique
Belén Domínguez
El río que nos lleva
Motorada 2023
Que vivan los decibelios. Ese parece ser este año el lema de la motorada en El Puerto, un evento ya de por sí ruidoso pero que este año vuelve a tener carta blanca para saltarse, por unos días, todo tipo de normativas municipales.
De ello son buena muestra los dos escenarios al aire libre instalados en pleno centro de la ciudad, uno en la Ribera del Marisco y otro en Pozos Dulces, al final del Parque Calderón, donde desde este viernes se ofrecerán conciertos al aire libre a un volumen ensordecedor hasta altas horas de la madrugada.
Este año además el desembarco de los moteros ha sido temprano, pues desde el pasado domingo ya se escuchaban algunas motos en El Puerto, una de las ciudades favoritas de los aficionados que vienen al Gran Premio de España de Motociclismo por motivos como su gastronomía, sus playas y su permisividad a la hora de pasar por alto las numerosas infracciones que un evento como este conlleva, entre otras cosas aparcar motos en las aceras impidiendo el paso de los peatones en muchos lugares de la ciudad.
Sin duda la gran novedad de este año para quienes visitan El Puerto cada mes de mayo ha sido el tener ya cubierta la zona de Pozos Dulces, después de siete años de obras. Aunque finalmente el parking subterráneo no se ha ejecutado el Ayuntamiento ha decidido devolver la zona al aspecto que tenía antes de que se iniciaran las obras, con lo que se ha vuelto a habilitar el aparcamiento en superficie junto al río Guadalete.
Desde este viernes ese parking es exclusivo para las motos, mientras que otros como el de la pasarela o el de Bajamar y el del Monasterio de la Victoria sí se destinan a los coches.
Ya desde el miércoles la actividad había sido intensa en uno de los accesos a la ciudad, el de la antigua Nacional IV entre el centro comercial El Paseo y el cuartel de la Guardia Civil, donde la Policía Nacional tuvo que intervenir ante el descontrol que se estaba produciendo. En concreto los agentes actuaron contra un motorista que circulaba a gran velocidad haciendo maniobras temerarias, con la placa de matrícula tapada con cinta aislante, el cual ante la presencia policial se da a la fuga y tras dar el alto se comprueba que carecía de ITV, permiso de circulación y seguro obligatorio. La intervención se traspasó a la Policía Local para la correspondiente propuesta de sanción por infracción correspondiente o su presunta responsabilidad por delito contra la seguridad del tráfico. También en esa jornada se efectuaron por parte cargas policiales debido a los disturbios que se estaban produciendo por la multitud de personas concentradas en el lugar, cerrando estos el paso a los vehículos policiales a la vez que les tiraban piedras, deteniéndose a un varón por desordenes públicos. Se contabilizaron aproximadamente la concentración de unas mil personas con motocicletas que circulaban sin respetar las normas de seguridad vial y poniendo en peligro la seguridad de los ciudadanos.
El jueves se concentraron unas 1.500 personas y ante un número elevado de personas en actitud hostil hacia los agentes de la policía que estaban realizando labores preventivas, se procedió a detener, por parte de agentes desplegados de paisano, a una persona que estaba arrojando botellas a los vehículos policiales desplegados con objeto del dispositivo policial. Una de las botellas impactó en el cuerpo de uno de los agentes causando lesiones que precisaron asistencia sanitaria.
Ya este viernes, desde las diez de la mañana estaba en marcha el dispositivo especial de tráfico que regula el acceso de las motocicletas al centro a través de Pozos Dulces, Ribera del Río y Ribera del Marisco, y en sentido contrario también desde la confluencia de la avenida de la Bajamar con la calle Maestro Veneroni.
Hacia la una de la tarde el ambiente motero ya era visible en el centro de la ciudad, donde los bares han sacado sus barras a la calle y comenzaban a atender a los cientos de moteros que acudían para almorzar en algunas de las terrazas de los restaurantes y establecimientos de la zona.
También los hoteles y apartamentos turísticos están llenos, con grandes grupos de personas asomadas a los balcones, contemplando cómo poco a poco la afluencia de motos va llenando El Puerto, con vallas habilitadas tanto a lo largo de Pozos Dulces como de la avenida Micaela Aramburu.
Algunos de los puntos cortados al tráfico cuentan con seguridad privada, ya que desde hace años la plantilla de la Policía Local no da para atender este tipo de controles, y menos después de que hoy no saliera adelante la propuesta municipal de doblar el precio de las jornadas extras a los agentes para contar con 25 policías más en la calle en estos días.
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