La familia de una anciana de la residencia Sor María Prado acude al Defensor del Pueblo por las molestias del Puro Latino

La familia de una mujer de 96 años, residente en Las Banderas, en la nueva residencia Sor María Prado, ha presentado una queja ante el Defensor del Pueblo por el ruido provocado este pasado fin de semana por el Puro Latino Fest, que que se ha celebrado en el recinto ferial de Las Banderas entre los días 3 y 5 de agosto.

Según consta en la denuncia presentada durante esos días "se han superado todos los límites de decibelios desde las 17:00 horas hasta las 6 de la mañana". La familia, que reside en el Camino Viejo de Rota, también ha padecido las molestias y aseguran que "aún con todas las ventanas y persianas echadas era imposible poder dormir, llamando a la Policía Local, contestando que lo sabían pero que no podían hacer nada. Esto ocurrió también el año pasado, llegando el sonido a la vecina localidad de Rota, pero los hechos más preocupantes son los de las molestias a los ancianos", tras la inauguración de este recurso asistencial el pasado mes de noviembre.

La misma familia denuncia también en la queja elevada al Defensor del Pueblo que durante los días del festival, al ir a visitar a la mujer de la que una sobrina es cuidadora, en la citada residencia se encontraron con la presencia de personal del festival, "al que se le ha permitido utilizar las instalaciones y zonas comunes".

La residencia Sor María Prado es privada, aunque tiene un concierto de plazas con la Junta de Andalucía. La familia denunciante se pregunta si es normal que personas ajenas a la residencia puedan acceder a la misma para hacer uso de las instalaciones, por lo que pone los hechos en conocimiento del Defensor del Pueblo, "sobre todo porque creemos que el Ayuntamiento tiene un acuerdo para celebrar este festival durante dos años más en el mismo lugar".

Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con la gerencia de la residencia de mayores que gestiona el grupo Avita, aunque no ha sido posible, mientras que por parte de la organización del festival Puro Latino señalan que ninguno de sus trabajadores se ha alojado en esta residencia, aunque sí reconocen que "algunas personas del staff se han duchado allí o han dejado las maletas hasta que las recogieran para ir a su hotel, pero sin alojarse".