"El bar Rempujo ha tenido un lugar destacado en la vida municipal portuense"

Funcionarios, políticos y vecinos de El Polvorista asistieron a la despedida del emblemático negocio

Los camareros del bar restaurante El Rempujo, con una clienta que quiso despedirse detrás de la barra, en la última jornada de apertura del señero negocio.
Carlos Benjumeda El Puerto

11 de enero 2013 - 01:00

El señero bar Playa-El Rempujo cerró ayer sus puertas después de más de 50 años ininterrumpidos de actividad. Sus clientes habituales quisieron acompañar el último día del emblemático establecimiento hostelero, situado en la esquina de la calle Cadenas, en la planta baja de la casa palacio de Roque Aguado. El cierre está motivado por la jubilación del propietario de El Rempujo, Antonio Sánchez López, que ayer cumplió 65 años de edad. Como todos los días, su plantilla, formada por el encargado Manuel Troncoso, José Manuel López (jefe de cocina), y los camareros Ramón Borja y Manuel Domínguez Verano, atendieron a la clientela, que se fue despidiendo de ellos con muestras de aprecio y familiaridad, producto de una relación de mucho tiempo. El público procedía del Ayuntamiento y otros edificios municipales, empresas y oficinas situadas junto a la Plaza del Polvorista. Funcionarios, políticos, trabajadores y vecinos en general, además del habitual vendedor de la ONCE, fueron pasando por el negocio para hacerse fotos con los camareros y apoyarles en su última jornada de trabajo. "Esperemos que nos veamos por ahí y que tengáis mucha suerte. Ustedes ya sabéis dónde estamos, para lo que nos necesitéis", con estas palabras se despedía una funcionaria del área de Urbanismo, tras tomar un café hecho a su medida, pues después de tanto tiempo los camareros conocen perfectamente los gustos de cada cliente. Otros expresaban sus sentimientos de forma más efusiva: "¡Qué triste, yo tengo una pena... Lo he puesto en el facebook!", señalaba una periodista, usuaria también habitual del bar restaurante. Hubo quien se despidió con un apretón de manos, como el actor Enrique Miranda, "más de 40 años viniendo por aquí", expresaba, recordando las veces que tras una función teatral en el cercano teatro Pedro Muñoz Seca terminaron tomando una tapa de chicharrones de atún (especialidad de la cocina). La concejala Patricia Ybarra destacó por su parte la amabilidad del personal de El Rempujo y su discreción, fundamental para los políticos: "No se cómo va a ser nuestra vida después del Rempujo", manifestaba, "aquí se han mantenido muchas reuniones y tenemos la confianza de poder hablar. Se han podido tratar muchos temas y hemos celebrado reuniones para limar asperezas después de los Plenos. El Rempujo ha jugado mucho papel en la vida municipal", insistía, para elogiar la disponibilidad de la plantilla y del propietario, que muchas veces aguardaron hasta la una de la madrugada a que terminaran las sesiones plenarias para atender a los concejales.

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