La Rioja, una tierra de vinos

Los vinos de Rioja están amparados por la Denominación de Origen más antigua de España El Consejo reúne a unos 18.000 viticultores

Más de 600 bodegas constituyen el potencial de la Denominación de Origen Rioja.
Más de 600 bodegas constituyen el potencial de la Denominación de Origen Rioja.
D.c. El Puerto

29 de abril 2013 - 01:00

La dedicatoria de la Feria a La Rioja nos sirve para aprender un poco más sobre sus vinos. Esta denominación de origen ha sabido mantenerse a la vanguardia de la innovación vitivinícola con una gran diversidad de vinos con personalidad diferenciada, que han fundamentado su éxito en los mercados y le han situado en la élite de las denominaciones de origen históricas europeas, siendo hoy la marca "rioja" una de las cinco con mayor notoriedad entre las zonas vinícolas más prestigiosas del mundo. Dos milenios antes de que la filoxera arrasara los viñedos europeos, la civilización de la vid y el vino era una realidad en las tierras riojanas, como lo testimonian los numerosos restos arqueológicos de lagares y bodegas datadas en la época de dominación romana.

La tradición vitivinícola riojana comienza a adquirir un perfil claramente diferenciado cuando algunos avezados hombres del vino introducen nuevos métodos de elaboración y crianza de los vinos y fundan las bodegas hoy centenarias en la segunda mitad del siglo XIX.

Los vinos de Rioja están amparados por la Denominación de Origen más antigua de España. Cuando a finales del siglo XIX nace el Rioja moderno y se dota de identidad propia el nombre de un producto vinculado a su origen, surge la preocupación de los viticultores y elaboradores riojanos por proteger tal identidad de los "usurpadores y falsificadores", inquietud que culmina con el reconocimiento oficial el 6 de junio de 1925 de la Denominación de Origen Rioja.

Desde 1991 los vinos de Rioja están amparados por la primera D. O. Calificada de España. Su Reglamento establece la demarcación de la zona de producción, las variedades de uva que pueden ser cultivadas, los rendimientos máximos permitidos, las técnicas de elaboración y crianza, etc. El Consejo Regulador es la entidad de carácter público encargada de fomentar y controlar la calidad de los vinos amparados, promocionar su imagen y defender los intereses del sector, cuyos representantes integran el órgano de Gestión del Consejo.

Que las 63.500 hectáreas de viñedo de la Denominación, pertenecientes a unos 18.000 viticultores inscritos en el Consejo Regulador, se hallen repartidas en más de cien mil parcelas resulta indicativo del fuerte predominio que aún existe del minifundio y de la peculiar orografía del terreno agrícola tradicionalmente ocupado por la vid, que solo en las dos últimas décadas ha descendido hacia los valles, sustituyendo a otros cultivos.

La producción media actual de la Denominación se sitúa en torno a 280 millones de litros, de los que el 90% corresponde a vino tinto y el resto a blanco y rosado.

En cuanto a las vides, la experiencia de viticultores y elaboradores ha permitido realizar una selección natural de aquellas variedades de uva que demostraban mejores cualidades de adaptación a la climatología y suelos riojanos y que, al mismo tiempo, eran capaces de proporcionar vinos de las más altas calidades.

Las variedades de uva actualmente autorizadas por el Reglamento de la Denominación de Origen Rioja son, para los tintos, tempranillo, garnacha, graciano, mazuelo y maturana tinta y para los blancos, viura, malvasía, garnacha blanca, chardonnay, sauvignon blanc, verdejo, maturana blanca, tempranillo blanco y turruntés.

El Tempranillo, considerada autóctona de Rioja, es sin duda la variedad más característica de esta Denominación, fundamento de la identidad de sus vinos tintos y una de las grandes variedades nobles del mundo. Ocupa más del 75% de la superficie de cultivo y es enológicamente muy versátil, capaz de producir vinos muy equilibrados con largo envejecimiento.

Las bodegas de Rioja siempre han estado a la vanguardia en la aplicación de las técnicas enológicas más avanzadas. Uno de los rasgos diferenciadores de los vinos de Rioja es la gran aptitud que poseen para el envejecimiento, cualidad exclusiva de los grandes vinos. A través de un adecuado proceso de crianza, en el que la madera de roble juega un papel decisivo, el vino de Rioja experimenta una evolución favorable que exalta sus virtudes y le confiere nuevas características aromáticas y de sabor. La crianza de los vinos de Rioja se realiza en barricas de roble de 225 litros, donde el vino experimenta un lento proceso evolutivo de microoxigenación y estabilización, al tiempo que adquiere aromas y sabores transmitidos por los taninos de la madera. Es la técnica tradicional de crianza de los grandes vinos, un proceso natural y más costoso que las modernas propuestas de una enología más "industrial". La crianza se completa después en botella, donde el vino sigue evolucionando en un ambiente reductor hasta alcanzar su plenitud. Grandes vinos de añadas históricas duermen embotellados durante décadas en las "sacristías" de las bodegas riojanas hasta convertirse en auténticas joyas enológicas.

Según el proceso de envejecimiento seguido, en el vino de Rioja se establecen cuatro categorías: Garantía de Origen: Esta categoría garantiza el origen y añada del vino. Suelen ser vinos en su primer o segundo año; Crianza: Corresponde a vinos al menos en su tercer año que han permanecido un año como mínimo en barrica de roble. En vinos blancos el período mínimo de envejecimiento en barrica es de 6 meses; Reserva: Corresponde a vinos muy seleccionados con una crianza mínima entre barrica de roble y botella de tres años, de los cuales uno al menos en barrica. En vinos blancos el período de crianza es de 2 años, de los cuales como mínimo 6 meses en barrica; y Gran Reserva: Corresponde a vinos de grandes cosechas que han sido criados un mínimo de dos años en barrica de roble y tres años en botella. En vinos blancos el período de crianza es de cuatro años, de los cuales 6 meses como mínimo en barrica.

Sin duda Rioja ha sabido mantener el equilibrio entre innovación y tradición, permaneciendo atenta a la evolución de la demanda de los consumidores, lo que ha propiciado su actual éxito en los mercados y le ha convertido en un referente indiscutible entre los vinos de calidad no solo en España, sino en los principales países consumidores.

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