Sesión de investidura en el Ayuntamiento de El Puerto: Germán Beardo inicia su segundo mandato, esta vez con mayoría absoluta
Pleno extraordinario y solene
La sesión solemne, celebrada en el teatro Pedro Muñoz Seca, ha durado aproximadamente una hora y media
Estos son los 25 nuevos concejales del Ayuntamiento de El Puerto
Germán Beardo ya está al frente del Ayuntamiento de El Puerto para afrontar su segundo mandato como alcalde, esta vez con mayoría absoluta. El pleno solemne y extraordinario de toma de posesión de la nueva Corporación daba comienzo a las doce del mediodía, puntual, con la entrada de los maceros y los concejales de dos en dos, para tomar asiento a continuación a un lado del escenario.
La mesa de edad quedó constituida por los ediles de mayor y menor edad, siendo estos Carmen Lara y Jesús Garay, respectivamente.
El decorado estaba presidido por un cuadro del rey Felipe VI y una imagen de la Patrona de El Puerto, la Virgen de los Milagros, y un atril con un crucifijo de plata, un ejemplar de la Constitución y otro de la Biblia. Varios centros de flores aportaban también un toque elegante al conjunto.
A las doce menos cinco entraba la mayor parte del público, que si bien no llenaba el teatro en su totalidad sí lo hacía en buena parte, con familiares y allegados de los concejales y partidos políticos, personas pertenecientes a colectivos ciudadanos y representantes de la Policía Local, con uniforme de gala.
Tras la apertura de la sesión pública el secretario municipal procedió a la lectura del acta de las últimas elecciones municipales, en las que el Partido Popular fue la formación más votada, con catorce concejales, seguida del PSOE con cinco, Vox con tres ediles, Unión Portuense con dos e Izquierda Unida con un concejal.
Los ediles, uno a uno y por orden alfabético, fueron llamados a jurar o prometer su cargo, optando todos los de PP y Vox por el juramento y la mayoría del resto de formaciones por la promesa, con variaciones como la del edil de IU José Luis Bueno que quiso hacer constar en sus palabras su compromiso laico y feminista y para la defensa de la clase trabajadora, prometiendo además lealtad al rey por imperativo legal, dejando constancia de sus principios repúblicanos.
El concejal del PP David Calleja llevaba su complemento favorito, un bolso, en esta ocasión con la bandera multicolor del movimiento LGTBI, en vísperas de la celebración del Día del Orgullo.
Todos los ediles llevaban ropa oscura y sobria, traje de chaqueta ellos y prendas negras y con colores neutros ellas.
Una vez concluida la ronda de juramentos y promesas quedaba constituida la nueva Corporación al filo de las doce y media del mediodía, comenzando el segundo punto de la sesión para la elección de alcalde.
En este caso no había margen para la sorpresa y tras la lectura del procedimiento de votación por parte del secretario, los ediles fueron depositando sus votos en una urna, quedado proclamado alcalde Germán Beardo con 14 votos a favor, por mayoría absoluta.
Beardo, visiblemente emocionado, recibió el bastón de mando y juró "por mi conciencia y honor cumplir las obligaciones de alcalde y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado", saludando después al público entre aplausos, llevándose la mano al corazón en varias ocasiones en señal de agradecimiento.
Beardo pasó entonces a presidir la sesión y dio comienzo un turno de intervenciones de todos los portavoces, con tres minutos para cada uno de ellos, de menor a mayor representación.
El tono de todos los discursos fue conciliador, siguiendo en general la línea de felicitar al nuevo gobierno y pedir un talante colaborador, apostando los portavoces de la mayoría de los grupos por tender la mano al gobierno en beneficio de la ciudad.
Este tono conciliador solo se rompió durante la intervención del portavoz del Partido Popular, Javier Bello, que utilizó un tono triunfalista e incluso revanchista que despertó las quejas de parte del público, que comenzó a pitar y a lanzar reproches mientras el público afín al PP aplaudía para acallar las protestas.
Esta fue la única salida de tono de una sesión en la que el propio alcalde utilizó un tono templado, anteponiendo su sentido de la responsabilidad y tendiendo la mano a los grupos de la oposición para contar con una mayoría "sobresaliente" en las cuestiones importantes de ciudad. "Saben que conmigo pueden hablar", les dijo, confiando en poder liderar "una nueva etapa de concordia dentro de la Corporación".
Tras la intervención del alcalde y la firma del arqueo de la caja municipal, la sesión quedó levantada tras sonar los himnos de Andalucía y España, con la posterior foto de familia y conclusión del pleno a la una y veinte de la tarde.
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