Vox salva a Beardo de ser reprobado por el pleno municipal

El Ayuntamiento de El Puerto ha celebrado este viernes el pleno extraordinario solicitado por los grupos del PSOE, Adelante El Puerto y Unión Portuense para reprobar al alcalde portuense, Germán Beardo, una reprobación que finalmente no ha salido adelante gracias al voto en contra de los dos concejales de Vox.

Así, la reprobación ha contado con 13 votos en contra de la propuesta (de PP, Ciudadanos y Vox) y doce votos a favor. Desde Vox han justificado su voto como un paso para evitar alinearse con la izquierda en lo que pudiera entenderse por sus votantes como la antesala de una posible moción de censura, aunque según se comentaba en los mentideros portuenses los dos ediles de la formación habrían recibido en las últimas horas instrucciones muy precisas al respecto desde las altas instancias de su partido.

La edil de Vox Leocadia Benavente ha señalado también en el pleno que, independientemente de la votación, el objetivo de este pleno era "hablar de la ciudad" y un voto a favor de la reprobación hubiese permitido al alcalde aprovechar un discurso victimista.

Cada portavoz tuvo una primera intervención de ocho minutos y una segunda ronda mucho más breve. El encargado de defender la postura del gobierno ha sido el portavoz del Partido Popular, Javier Bello, mientras que el portavoz de Ciudadanos, Curro Martínez, no ha llegado a intervenir en ningún momento y el alcalde ha cerrado el turno, sin posibilidad de réplica.

La intervención más clara y directa ha sido la del portavoz de Unión Portuense, Javier Botella, que ha argumentado las razones para la convocatoria del pleno en el descontento de buena parte de la ciudadanía, acusando al alcalde de seguir anclado en una eterna campaña electoral y haciendo uso de un equipo de catorce personas dedicadas en exclusiva a la comunicación del alcalde.

Botella ha acusado a Beardo de no haber cumplido ni el pacto programa suscrito con Ciudadanos ni su programa electoral, que calificó de "carta a los Reyes Magos".

Por parte de Vox Leocadia Benavente ha pronunciado un duro discurso contra la gestión municipal, acusando al alcalde de no haber realizado apenas mejoras en estos dos años y echando por tierra incluso uno de los logros más recientes, la aprobación del Peprichye, afirmando que se ha tardado dos años en sacar un documento que ya estaba "casi completo". También ha calificado de "migajas" las inversiones de la Junta en la ciudad y ha calificado de "nefasta" la gestión municipal, a pesar de su voto posterior evitando la reprobación.

Por parte de Adelante El Puerto su portavoz, Alejandro Gutiérrez, recordó que la reprobación supone "un reproche moral", al no tener esta figura consecuencias efectivas de otra índole, y recordando entre otras cuestiones fiascos como el de las obras de Pozos Dulces.

Por el PSOE el encargado de intervenir fue Ángel González, quien advirtió del bloqueo administrativo que sufre la ciudad y de la imagen lamentable que presenta, recordando al alcalde que "está para gestionar, no para hacer de influencer".

Javier Bello, en su línea, arremetió contra los grupos de la izquierda y acusó a los concejales de los grupos proponentes de querer "engañar a la ciudadanía", calificando de "farsa" el pleno y justificando las carencias de la ciudad en la falta de tiempo desde su llegada al gobierno municipal. No obstante, aseguró que el gobierno local tomará nota porque como dijo "aprendemos de nuestros errores y rectificamos".

En la segunda ronda de intervenciones Botella ha acusado al Gobierno municipal de estar viviendo de las rentas del Gobierno anterior, mientras que por parte de Vox Juan Carlos Sanz ha afeado a los responsables municipales el haber perdido la comunicación con la calle, con los colectivos ciudadanos y con la oposición. "Vivís en una realidad paralela", les ha dicho, y les ha pedido que vuelvan "al mundo real", recordándoles que no tienen mayoría y que deben contar con los grupos de la oposición, dejando a un lado "la prepotencia y la soberbia".

Entre los reproches comunes de todos los grupos destacaron la falta de presupuestos, la falta de mantenimiento urbano, la falta de diálogo con los colectivos sociales o el retraso en los pliegos de condiciones de algunos servicios municipales.

En cuanto al voto en contra de la reprobación, Sanz confesó que "el corazón nos pedía una cosa y la cabeza otra", advirtiendo que su voto en contra "no es un cheque en blanco, porque no lo estáis haciendo bien".

El concejal de Adelante José Luis Bueno también recordó en su discurso que muchos ciudadanos se sienten "engañados y decepcionados" y afirmó que el alcalde "está tocado", a pesar de contar con un gabinete de prensa "propio de un Ministerio". Con respecto a la postura de Vox defendió que "hoy se ha visto la verdad, que es el salvavidas de Beardo y Curro", y acusó al gobierno local de quedar "preso de la extrema derecha".

En su segundo turno Javier Bello calificó los discursos de la oposición de "derecho al pataleo" y tendió la mano a Vox para buscar "fórmulas de mayoría".

El alcalde fue el encargado de cerrar el pleno, agradeciendo el tono normalizado del debate y recordando que "todos los gobiernos tienen sus tiempos, y más en unos tiempos tan difíciles para gestionar".

También agradeció Beardo el discurso de Vox y sorprendentemente, tendió la mano a Unión Portuense, con quien dijo tener muchos puntos en común porque como dijo "nos une el interés por la ciudad".

También afirmó el alcalde que algunos concejales del PSOE le habían expresado "su cariño" en estos días. Para concluir, el primer edil reconoció que sacar adelante la ciudad "es cuestión de todos".