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El Alambique
María González Forte
Jugando a ser dioses
El Puerto/"Lo primero que pensé es que era un terremoto". Así cuenta Mari Carmen, vecina de la finca de Espelete 20 donde se ha producido un derrumbe este viernes, el estruendo que escuchó poco antes de las nueve de la mañana, cuando una nube blanca de polvo lo cubrió todo a causa del desplome de escombros.
Todo parece indicar que se ha tratado de una explosión de gas en una de las viviendas de la planta baja, donde reside Alfredo, un hombre de 63 años, que se encuentra ingresado en la UCI del hospital con quemaduras y otras lesiones. Según han relatado algunos de los vecinos, el hombre cambió la noche anterior la bombona del gas y esta mañana, tras tomar un café y encender un cigarro, se registraba una deflagración de la que es testigo la ropa calcinada que aún cuelga del tendedero de la vivienda.
Nuria, una madre de dos hijos de 9 y 10 años que había salido diez minutos antes para llevarlos al colegio, es otra de las vecinas de la finca. Tanto ella como Inmaculada, su vecina de abajo, podrán entrar en sus casas tras el desescombro de la finca y si se comprueba que no hay daños estructurales, pero de momento van a ser realojadas en un hotel con sus familias, hasta que se garantice que las casas son seguras.
Inmaculada sí se encontraba en casa con su marido en el momento de la explosión. "Estaba en la cocina, desayunando con la puerta abierta y escuché un ruido muy fuerte. Me asomé y vi una nube de polvo blanquecino, chispas y las tuberías rotas, la casa tembló", explica, y señala que llamó al 112 porque siempre tiene a mano el teléfono, a causa de un hijo discapacitado de 15 años que vive con ella, que en esos momentos estaba en el colegio.
Inmaculada y Mari Carmen trataron de comunicarse con Alfredo, que estaba atrapado en los escombros, aunque no contestó hasta que por fin pudo ser rescatado por los bomberos.
Las dos viviendas que han quedado completamente destruidas han sido la de Alfredo y la ubicada en el piso de arriba, también con un inquilino. Los servicios sociales del Ayuntamiento portuense han atendido esta mañana a los afectados y se les tendrá que ofrecer una solución a cada situación particular.
La casa afectada es conocida popularmente como La casa de los Frailes, en recuerdo de un convento de frailes que hubo allí hace años. Las actuales viviendas, en torno a un patio común, tienen poco más de quince años de antigüedad, según señala una de las vecinas.
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