El Alambique
Jesús Andrades
Ojú que lío
Premios de la Universidad de Cádiz
La vida de Manuel Páez Álvarez siempre ha estado vinculada al mundo del mar y a la navegación. Ha practicado desde niño el deporte de la vela, en El Puerto de Santa María, en el que ha obtenido excelentes resultados, llegando a ser campeón de Andalucía, y donde fue escalando desde su navegación en barcos deportivos de pequeño tamaño hasta embarcaciones de mayor eslora, que le han permitido formar parte de tripulaciones ganadoras de regatas como la Copa del Rey, lo que le ha dado una gran experiencia en el campo de la náutica. La vela constituye una de sus grandes pasiones, pero también una vocación que le ha posibilitado encarrilar su carrera hacia Arquitectura Naval e Ingeniería Marítima, en la Universidad de Cádiz (UCA) donde finalizó los estudios en la Escuela de Ingeniería Naval y Oceánica en 2023.
Desde hace tres años, dicha Escuela Universitaria convoca los premios a la excelencia 'Profesor Antonio Querol', concediendo dos galardones, en arquitectura naval y en ingeniería marítima, a aquellos alumnos que han obtenido el grado en alguna de esas ramas y cuyos proyectos de fin de carrera se consideran merecedores del reconocimiento, establecido en memoria del que fue profesor titular en dicha Escuela Universitaria.
En sus ediciones anteriores, lo habitual ha sido que el alumnado de la escuela presente a concurso proyectos de barcos de gran tamaño, normalmente de carga, ya que entre los objetivos de la Escuela se encuentra formar a profesionales en los procesos de diseño y construcción de buques, plataformas oceánicas y artefactos subacuáticos. Sin embargo, el joven ingeniero, motivado por su experiencia en el mundo de la navegación a vela, se lanzó a diseñar algo diferente, basándose en sus conocimientos en este campo. Durante un año estuvo trabajando en el diseño de lo que él denomina "el barco de mis sueños", dando como resultado Anteproyecto de una Embarcación Deportiva tipo Crucero-Regata de 36 pies de eslora, que ha obtenido el premio 'Profesor Antonio Querol' en arquitectura naval, consistente en un diploma de reconocimiento, 500 euros, y la realización a escala del velero por los astilleros Navantia, empresa que también colabora en estos prestigiosos galardones.
Según afirma el joven diseñador, entrevistado por este Diario, se trata del barco "en el que a mí me gustaría navegar, muy estudiado y con las mejores prestaciones, buen rendimiento y cómodo. Para mí ha sido un doble éxito, porque ha ganado el premio un velero de regatas y no un buque convencional, lo que se sale de la corriente general de la universidad". Pese a que la mayor parte del trabajo ha sido elaborada por él mismo, reconoce que "hay profesionales que me han ayudado, por ejemplo en el cálculo del coste de los materiales de producción", de manera que ha conseguido plantear la construcción en serie de diez barcos de casi 11 metros de eslora abaratando el precio, aunque por el momento no se plantea su producción, dado que actualmente Manuel está trabajando en una empresa de ingeniería naval del sector militar.
Pese a todo, el anteproyecto del velero constituye por sí mismo un modelo a seguir, ya que su categoría de diseño es muy alta, destacando por su robustez y por unos interiores muy bien aprovechados, con capacidad para ocho personas y una gran autonomía, "capaz de navegar en situaciones climatológicas muy duras" y, algo que también es importante, con unos criterios sostenibles en cuanto a energía y bajo consumo de combustible en el motor. "Es un barco que podría llegar a hacerse muy popular, no muy caro y con unas prestaciones muy buenas, una propuesta asequible pero con un rendimiento mejor que otras embarcaciones que hay en el mercado" de la misma gama.
El pasado 19 de junio se falló el concurso y recogió el premio, que le fue entregado en presencia de María Victoria Redondo Noble, directora de la Escuela de Ingeniería Naval y Oceánica de la Universidad de Cádiz; Alberto Cervantes, representante de la empresa Navantia; y María Jesús Ortega Agüera, vicerrectora de Investigación y Transferencia de la UCA, quienes no ocultaban su satisfacción a la hora de reconocer una propuesta tan novedosa y original.
Para Manuel Páez la concesión del premio, con tan sólo 24 años de edad, es motivo de alegría y orgullo, y ha querido dedicarlo de manera especial a su familia, a su abuelo materno, José Álvarez, y paterno, Antonia Gutiérrez, fallecidos este año y que en todo momento le apoyaron a la hora de realizar el proyecto.
En cuanto a su futuro a corto plazo, por el momento Manuel seguirá trabajando en el sector de la ingeniería naval, dedicando sus ratos libres a la navegación y a otra de sus grandes pasiones, la música, donde ha creado con otros tres portuenses el grupo Cuatro Cuerdos, que comienza a despuntar con fuerza en el panorama musical de la provincia.
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