Anuncian el inicio de obras para consolidar la Casa de la Aduana, en El Puerto

En esta fase, la empresa propietaria procederá a actuar de manera urgente en el monumental edificio para posteriormente proceder a su rehabilitación

Los trabajos inminentes consisten en desescombro, apuntalamientos y limpieza interior y de fachada, donde se instalará una red para evitar desprendimientos sobre la vía pública

Vecinos y hosteleros denuncian el lamentable estado de la Casa de la Aduana

La Casa de la Aduana, en una imagen tomada desde la avenida de la Bajamar.
La monumental Casa de la Aduana, en una imagen tomada desde la avenida de la Bajamar.

La monumental Casa de la Aduana, que se encuentra en estado de abandono desde hace años y cuyo interior y exteriores están aquejados por un creciente deterioro, podría iniciar una nueva etapa.

Asi lo ha anunciado el alcalde Germán Beardo, que augura "un nuevo futuro" para este edificio histórico de El Puerto de Santa María, ubicado en pleno centro, en el que en breve se acometerán obras de consolidación para frenar su deterioro e iniciar su proceso de rehabilitación. La Casa de La Aduana, con fachada principal a Maestro Domingo Veneroni 1, y a la futira plaza de La Pescadería, ha sido adquirida por un grupo promotor para volver a ponerla en valor.

El alcalde lo ha calificado como “una excelente noticia que suma a la revitalización del casco histórico en una manzana con otros proyectos en marcha como la rehabilitación del Hospital San Juan de Dios por parte del Ayuntamiento de El Puerto, que licitará las obras de construcción en los próximos días”.

El primer edil explica que se recupera así un inmueble cargado de historia, "que en la actualidad está en ruinas", junto a la ribera del Guadalete y el nuevo Paseo Fluvial, cuyos orígenes se remontan al auge comercial que en la segunda mitad del siglo XVII experimentó la ciudad con los Cargadores a Indias.

La actual propietaria de la finca, Palacio de la Aduana S.L., de Carlos Domingo Briceño Viviente, cuenta con luz verde para acometer las obras de urgencia de consolidación para frenar el deterioro de la finca y prevenir riesgos sobre la seguridad de las personas y la vía pública, estableciendo así las condiciones necesarias para realizar las labores que permitan recopilar la información previa para la elaboración del proyecto de consolidación estructural y la posterior y completa rehabilitación del inmueble; sobre el que constan varias multas coercitivas de Disciplina Urbanística por su mal estado; "tras no haber atendido la antigua propiedad del edificio la instancia de Urbanismo para que arreglaran sus fachadas y los elementos estructurales dañados para evitar su derrumbe".

Los trabajos inminentes consisten en desescombro, apuntalamientos, limpieza interior y limpieza de fachada y sus elementos y colocación de una red para prevenir desprendimientos sobre la vía pública.

"Actuaciones importantes", señala Germán Beardo, "que preservan nuestro patrimonio pero que además cumplen con la ejecución de los requerimientos del área de Urbanismo del Ayuntamiento, para la preservación del edificio", que data de 1797 y se levanta entre las calles Micaela Aramburu de Mora, avenida de la Bajamar y calle Maestro Domingo Veneroni, número 1, junto a la Plaza de la Pescadería. Construido por un comerciante sevillano, Pedro Pumarejo, sobre la base de la Real Fábrica de Aguardientes y Licores; concebida como una de las mejores muestras del neoclasicismo portuense y de la Bahía de Cádiz.

En su momento estuvo destinado íntegramente a aduana, manteniendo en su interior las viviendas de los funcionarios, mientras la planta baja estaba reservada para la producción y el almacenaje de mercancías, en amplios locales con bóvedas.

La Casa de la Aduana es reflejo de esa época, en la que se construyeron distintas infraestructuras portuarias vinculadas al comercio marítimo.

Germán Beardo indica que esto “es sólo el inicio de un proyecto que suma en la recuperación de la ciudad de los Cien Palacios, poniendo en valor su patrimonio, adaptando el centro a las necesidades actuales para que se llene de actividad dejando atrás unas edificaciones en ruina para crear nuevos espacios de vida”.

“Estas actuaciones emblemáticas vuelven a constatar que el Peprichye supone un revulsivo importante en la dinamización del centro de la ciudad, marcando un antes y un después en el renacimiento del casco histórico; con un Gobierno que genera confianza en los inversores, que siguen eligiendo El Puerto como destino para invertir y desarrollar proyectos de valor”, concluye el primer edil

stats