El arquitecto Ramón Pico defiende los criterios para instalar el nuevo arbolado del paseo fluvial, en El Puerto

Medio Ambiente

El director técnico del proyecto desmiente que los ejemplares sean insuficientes y que los alcorques sean pequeños, tal y como ha denunciado el PSOE

La edil Mª Eugenia Lara considera preocupante la merma de árboles en las calles con motivo de las obras que se están ejecutando

El Puerto se asoma al Guadalete

Una imagen del proceso de instalación de los alcorques del parque Calderón, por el procedimiento de suelo suspendido.
Una imagen del proceso de instalación de los alcorques del parque Calderón, por el procedimiento de suelo suspendido.

El arquitecto portuense y director técnico de las obras del paseo fluvial que ejecutan en la margen derecha del río Guadalete, Ramón Pico Valimaña, ha salido al paso de las recientes declaraciones realizadas por la edil del grupo socialista María Eugenia Lara, en las que critica algunas actuaciones en materia de arbolado urbano, entre ellas las relativas a este nuevo paseo junto al río.

Con motivo de la petición en pleno de un plan municipal de arbolado, Lara se refiere a las recientes obras del paseo y señala entre otras cosas, que en el Parque Calderón "el número de árboles que ha quedado es insignificante y los alcorques que les han dejado para crecer, de apenas 25 centímetros, son irrisorios. De manera que, aun siendo los árboles pequeños, los alcorques se ven pequeños”.

El arquitecto Ramón Pico no ha querido dejar pasar estas quejas sin aclarar el proceso que se ha seguido para la instalación del nuevo arbolado del paseo, una labor en la que según afirma "se ha invertido mucho tiempo y esfuerzo, no se ha hecho de cualquier manera". Así, explica que en el primer tramo del paseo, al que se refiere la concejala socialista, "hay dos tipos de alcorques, cuatro de gran tamaño para otros tantos ejemplares de ombús o bellasombra, de gran porte, cuyas dimensiones son de cinco metros de diámetro y dos metros de profundidad. Estos árboles, que se han escogido expresamente después de recorrer numerosos viveros de toda España, se han adquirido en Girona, aunque dos de ellos han sido dañados por los recientes temporales y tienen que ser repuestos. Estos árboles se han escogido por ser precisamente sus copas de crecimiento horizontal, proporcionando una gran sombra una vez que estén crecidos.

Otra imagen de la instalación de los alcorques durante las obras del paseo fluvial.
Otra imagen de la instalación de los alcorques durante las obras del paseo fluvial.

Los otros alcorques, más de una treintena, son para albergar jacarandas, un árbol que también aporta mucha sombra y que puede llegar a ser de gran envergadura. En este caso Ramón Pico aclara que "aunque lo que se exteriormente el alcorque pueda parecer pequeño, con una medida de un metro por cada lado, se ha utilizado una técnica denominada suelo suspendido, de modo que bajo el pavimento se ubica un sistema de cajas rellenas de tierra para que crezca la raíz del árbol. De este modo se evita que el crecimiento de las raíces rompa las losas, algo que es frecuente en muchas zonas de El Puerto plantadas hace años.

En cuanto a la separación de estas jacarandas, Pico afirma que es la necesaria para que los ejemplares no se estorben entre si y sufran en el futuro la falta de espacio, formando en el futuro lo que se denomina un dosel arbóreo.

stats