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Muere una mujer en El Puerto en un choque contra un autobús escolar

suceso

La víctima venía de Conil a visitar a su hijo a Puerto II cuando colisionó contra el transporte con unos 20 niños. El siniestro fue en la carretera de Sanlúcar y los alumnos resultaron ilesos

El turismo en el que viajaba la víctima quedó destrozado por la fuerte colisión frontal. / Fito Carreto
C. B./ J.m.r.

20 de diciembre 2017 - 10:22

el puerto /Conil/La preocupación se extendió ayer por la provincia cuando a primera hora de la mañana se supo que se había producido un accidente en la carretera El Puerto-Sanlúcar (A-201), en el que se habían visto implicados un autobús escolar y un turismo. El siniestro ocurrió a las 08:50 horas cuando el autobús escolar de la empresa Medina circulaba en dirección al casco urbano portuense con unos 20 menores que se dirigían al colegio público Cristóbal Colón, para desarrollar su jornada escolar. Como otros días lectivos, el servicio escolar de la Consejería de Educación había recogido a los menores en diseminados rurales de la zona, así como en Rota y en Fuentebravía.

Poco antes de llegar al recinto ferial de Las Banderas, en el kilómetro 12, otro vehículo que circulaba en dirección contraria colisionó frontalmente contra el autobús. El turismo, un Peugeot 206, iba conducido por una mujer de 63 años, que falleció a consecuencia del impacto. La mujer, María Martel García, natural y vecina de Conil, se dirigía a visitar a uno de sus dos hijos a la prisión de Puerto II. Viajaba sola en el coche, de donde tuvo que ser excarcelado el cuerpo por los Bomberos del Consorcio de la Provincia de Cádiz.

La colisión, de la que se desconocen las causas, se produjo en el inicio de una curva, a la altura del recreo Villa Julia, cuya propietaria, al percatarse del siniestro, dio cobijo a los menores en su casa, a una hora en que las temperaturas son muy frías en este pago rural. Los niños, de distintas edades, viajaban acompañados por una monitora del centro de enseñanza, a la que se unió un profesor que pudo ver casualmente el accidente. Según algunos testigos, el accidente sonó como una explosión y el autobús comenzó a desprender humo, aunque los escolares pudieron ser desalojados del vehículo de forma ordenada, destacando la rápida actuación de los servicios de emergencia, siendo posteriormente sometidos a revisión médica.

Esto fue realizado por los equipos de tres ambulancias que se desplazaron hasta la finca donde fueron acogidos los menores, constatando que ninguno de los escolares necesitó traslado hospitalario. En el lugar los recogió otro autocar de la Junta, que los trasladó al centro de enseñanza. Durante ese tiempo, se personaron algunos padres para conocer el estado de los niños.

Hasta el lugar del siniestro se desplazó la Guardia Civil, servicios de emergencia, Protección Civil y Policía Local. Por parte municipal acudió la concejala de Educación, Ana María Arias, el concejal de Seguridad, Ángel González, y el edil Antonio Chacón.

La Consejería de Educación confirmó a este diario que todos los niños menos uno se incorporaron a sus actividades en el centro de enseñanza con normalidad. Para atender a los pequeños se desplazó al colegio Cristóbal Colón un equipo técnico compuesto por un orientador, un médico y la Inspección educativa. Pese a haber vivido una situación tan difícil, los escolares continuaron su jornada.

El Ayuntamiento de El Puerto quiso agradecer la actuación de los cuerpos de emergencia, que estuvieron en el lugar a los pocos minutos de la colisión. El alcalde portuense, David de la Encina, se personó en el centro escolar, donde se reunió con la dirección y se puso en contacto con la Junta de Andalucía. La consejera de Educación, Sonia Gaya, y posteriormente la presidenta Susana Díaz también llamaron al colegio Cristóbal Colón para interesarse por el estado de los escolares.

"Mi mayor preocupación era quitar a los niños de allí, era impactante"

Sara Ponce, de 28 años, hizo más llevadera la dura experiencia que sufrieron los niños que viajaban en el autobús escolar. La joven vive en el recreo Villa Julia, junto al lugar del siniestro. Al escuchar un golpe muy fuerte y a su perro ladrar se asomó a la carretera y vio a los niños junto a la entrada con su monitora. Entonces, "los metí dentro de casa, les puse la televisión y les ofrecí unas galletas y zumos", y también mantas. Al cabo de un rato, acudieron a la casa las ambulancias y el autobús enviado por la Junta. La joven reconoce que tuvo que sacar fuerzas de flaqueza ya que cuando vio que eran niños "me quedé en shock". "Pero mi mayor preocupación en ese momento era quitarlos de allí, porque era una escena muy impactante", explica.

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