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El Puerto cuenta ya con un nuevo museo, el centro de interpretación dedicado a los Cargadores a Indias, una figura clave sin la cual no se entendería el pasado de la ciudad más ligado a ultramar y del que deriva, en buena parte, la actual fisonomía de la ciudad.
Precisamente una casa de Cargadores a Indias, el Palacio Araníbar, en plena plaza de Alfonso X El Sabio junto a la plaza del Castillo, y sede también de la Concejalía de Turismo, acoge este recurso que sin duda formará parte desde ahora de la agenda de los turistas que visitan la ciudad.
Tras un largo periodo de obras, bastante accidentadas además por problemas administrativos con la empresa adjudicataria de los trabajos, finalmente el museo es ya una realidad y se puede visitar, de momento de forma gratuita, en horario de mañana y tarde.
Fue en 2018 cuando la Junta de Andalucía, a través del programa ITI Cultural, concedió al Ayuntamiento una subvención de 853.000 euros para la puesta en marcha de este centro de interpretación.
En enero de 2021 salieron a licitación las obras, que comenzaron en el mes de mayo de ese mismo año, aun que una serie de problemas con la constructora impidieron que el museo pudiese estar terminado ya para el verano pasado.
Ahora, una vez solventados los problemas, el museo ya se puede visitar en horario de 10:30 16:00 y de 16:30 a 19:30 horas, de martes a sábado y los domingos y festivos por la mañana, desde las 10:00 hasta las 14:00 horas.
La visita supone un auténtico baño en el mundo de los Cargadores a Indias, ya que a través de una serie de paneles se ofrece información clara y amena sobre la historia de esta figura, comenzando por Luis de la Cerda, el primer Cargador a Indias, que murió en el año 1.500.
Los textos de cada panel están en español, en inglés y en braille, y también para las personas ciegas se han creado varias maquetas tifológicas que se pueden tocar para acceder así a elementos que de otra manera se perderían para las personas invidentes. Es el caso del artesonado de los techos de la Sala Mudéjar -una auténtica maravilla- que se pueden tocar a través de esta maqueta, lo mismo que la reproducción de una torre-mirador, entre otros detalles.
Las distintas salas del centro de interpretación recrean aspectos como los viajes de Colón -en uno de los cuales El Puerto tuvo una presencia destacada, ya que en la ciudad se produjo un encuentro clave entre Cristóbal Colón y el Duque de Medinaceli-; la recreación de la vida en El Puerto de los siglos XVII y XVIII, las labores de mecenazgo de las familias, que enriquecieron el patrimonio artístico de la ciudad, las ropas de hombres y mujeres de la época, los escudos de las casas palaciegas; los negocios que centraban el día a día de las familias; el comercio con América o el papel de la mujer en las familias de estos comerciantes.
La visita se vuelve inmersiva en algunos momentos, como cuando se pasa por la recreación de la bodega de un barco en la que se pueden ver a un lado los productos que viajaban desde El Puerto hasta ultramar y al otro las materias primas que se traían a España. La navegación y los barcos de la época son también un elemento clave en la visita, con reproducciones de las carabelas y de otras embarcaciones que formaban parte de la flota de Indias.
También se han recreado en otras estancias del museo una bodega de la época y varias habitaciones de una casa de Cargadores. El edificio cuenta también con dos salas para conferencias y actividades.
Al final de la visita un panel ofrece al visitante la información sobre las 31 casas de Cargadores a Indias que existen en El Puerto, que no en vano en su día se ganó el sobrenombre de la Ciudad de los Cien Palacios.
El crecimiento urbanístico de El Puerto también se explica muy bien en la muestra, con información detallada de los cambios que experimentaron la arquitectura y el urbanismo en esta etapa clave para la ciudad, en la que los palacios eran muestra del poder económico de las familias y cuyo legado ha llegado hasta nuestros días.
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