Los ‘cacharritos’ callaron para favorecer la inclusión
Feria de Primavera de El Puerto / Día sin Ruido
La Calle del Infierno suprimió la música durante unas horas para que los niños con autismo pudieran disfrutar en familia de las atracciones de feria
La llamada Calle del Infierno se transformó este viernes durante unas horas en un remanso de paz para que los niños con autismo pudieran disfrutar de las atracciones, sin la música estridente que se les cuela en los oídos y les produce un dolor insoportable debido a su hipersensibilidad por la afección neurológica.
Por vez primera esta iniciativa se lleva a cabo con éxito en El Puerto, una ciudad que está entre las últimas que se incorporan a esta forma de inclusión, que permite que los niños y niñas autistas puedan disfrutar de una tarde en los ‘cacharritos’ con toda la familia, en un lugar que les estaba vetado porque el ruido de la música de las atracciones les envolvía, produciéndoles un doloroso malestar.
Los dueños de las atracciones se mostraron solidarios con la causa de la inclusión en la Feria, como hacen en otras muchas fiestas de diferentes ciudades, que desde hace años tienen algún día sin ruido para que todos sin excepción, niños con autismo y sus hermanos y amigos que no lo sufren, puedan tener una jornada de convivencia y pasear y disfrutar juntos de los ‘cacharritos’, sin que ninguno se vea obligado a quedarse en casa por culpa de su hipersensibilidad.
También lo han agradecido personas mayores y otras que simplemente no soportan tal volumen de decibelios y encontraron una oportunidad para entrar sin reparos en una zona del recinto de la feria que suelen evitar.
La Calle del Infierno ha mostrado durante varias horas una imagen inédita, sin música de ningún tipo en sus altavoces, sujeta tan sólo a los sonidos propios de la maquinaria de las atracciones y alguna bocina que sonaba al detenerse estas.
La iniciativa del Día sin Ruido ha partido de la Asociación Autismo Santa María, compuesta por más de 15 familias portuenses y presidida por Pilar Montes, y ha irradiado a ciudades de los alrededores, donde otras entidades se han sumado con sus niños al evento, que puede marcar un antes y un después e institucionalizar una jornada o una franja horaria sin ruidos estridentes en la Feria de Primavera de El Puerto.
En esta ocasión, la música se interrumpió desde las cuatro hasta las siete de la tarde. El evento se ha celebrado en colaboración con la asociación empresarial que aglutina a los dueños de las atracciones y la concejalía de Fiestas del Ayuntamiento. La presidenta de la asociación Autismo El Puerto ha celebrado el paso que se ha dado, que considera muy importante para la inclusión. “Han venido familias que han podido disfrutar de los cacharritos con todos sus hijos”, subrayó en este sentido.
La asociación obtuvo el apoyo del Pleno Municipal del Ayuntamiento de El Puerto para esta propuesta en una sesión celebrada hace algunas semanas, donde Pilar Montes explicó que había niños con autismo que todavía no conocían la feria y otros que se veían obligados a acudir provistos de unos cascos especiales para protegerse del ruido, lo que les impedía la comunicación con el entorno.
También están acudiendo en estos días a la feria numerosas personas con movilidad reducida, en silla de ruedas. Desde la asociación La Gaviota de personas con Diversidad Funcional, su presidente, Manuel Pérez Navarro, instó al concejal de Fiestas hace algunas semanas para quedar de manera conjunta con técnicos de Mantenimiento Urbano y caseteros para asesorar y consensuar en lo posible las adaptaciones en el recinto ferial, como en ediciones anteriores.
No obstante, según afirma el presidente de La Gaviota, “pese a mi insistencia, finalmente no me devolvió la llamada”. En este sentido, aunque Las Banderas cuenta con adaptaciones y la flota de autobuses tiene rampas para discapacitados, queda mucho camino por recorrer para conseguir una mayor accesibilidad en la feria.
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