El largo camino hacia la unión de los dos márgenes del río Guadalete en El Puerto
La próxima licitación del proyecto para el nuevo puente abre la puerta a una vieja aspiración que ya se ha frustrado en varias ocasiones
La segunda pasarela también ha sufrido un revés
El nuevo puente que unirá El Puerto con Valdelagrana cruzando el río Guadalete
Muchos son los proyectos de ciudad que se han eternizado en El Puerto desde hace décadas, pero si hay uno que destaque sobre los demás es sin duda la vieja aspiración de unir las dos márgenes del río Guadalete.
Desde los años 70 del pasado siglo ya se sumaron esfuerzos para consegir esta conexión, con proyectos como el que se planteó en 1974 de la mano de la Comisión Municipal Permanente del Ayuntamiento, que diseñó un pasaje subterráneo para cruzar el río Guadalete que unía la Rotonda de la Puntilla y los terrenos de Valdelagrana. La obra de ingeniería no se ejecutó finalmente, pero el estudio fue todo un hito en su época.
Ahora la licitación del nuevo puente rodado sobre el Guadalete vuelve a traer a primera línea de la actualidad esta vieja aspiración de una unión efectiva entre ambas riberas del río, con la salida a licitación de la redacción del proyecto y dirección de obra del nuevo puente de tráfico rodado que conectará Valdelagrana con el centro de la ciudad, a la altura de la Plaza de La Pescadería.
El diseño del puente será atirantado, con una pilona de canto variable, e incluirá tecnologías avanzadas para garantizar la seguridad de los usuarios, tales como sistemas de monitoreo y cámaras en tiempo real. Además, contará con un ancho que permitirá la circulación simultánea de vehículos, peatones y ciclistas.
Un precedente frustrado
Este nuevo proyecto, sin embargo, tiene un precedente con la adjudicación frustrada de uno anterior hace tan solo 15 años, cuando en 2009, siendo alcalde el popular Enrique Moresco, la adjudicación provisional del proyecto de redacción del puente sobre el río Guadalete -en aquel entonces en versión sólo peatonal y con acceso rodado a servicios esenciales- fue objeto de impugnación por parte de uno de los estudios de arquitectura que se presentaron al concurso público convocado.
Aquella adjudicación fue aprobada por el Consejo de Administración de la empresa municipal Impulsa El Puerto en abril de 2009 y la redacción del proyecto fue concedida a la oferta presentada por la empresa SV 60 ARQUITECTOS, por un importe de 208.000 euros, más IVA. Finalmente una sentencia judicial anuló la adjudicación en 2011.
Tras aquella adjudicación frustrada nunca más se supo del proyecto hasta 2019, cuando se volvió a poner sobre la mesa el interés municipal, de la mano de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), de retomar la construcción de esta infraestructura, con un protocolo que finalmente se firmó en 2023. En dicho protocolo la Autoridad Portuaria asumía destinar al futuro puente los 2,2 millones de euros que debía haber invertido en la pasarela peatonal prevista entre la Plaza de las Galeras Reales (muelle San Ignacio) y la margen izquierda del río, una pasarela que iba a ser financiada con fondos europeos que se perdieron por el retraso en su tramitación y que asumirá ahora el Ayuntamiento de sus propios fondos, aunque ese proyecto también se ha torcido y habrá que enderezarlo.
Y es que tras haberse adjudicado en mayo de 2023 los trabajos de construcción de la que será la segunda pasarela peatonal sobre el Guadalete, a la UTE Levantina Ingeniería Construcción SL y Díez y Compañía, con un plazo estimado de seis meses, las obras comenzaron en el mes de septiembre de 2023 y se llegó a derribar el muelle de San Ignacio, antiguo hogar del Vapor Adriano III. No obstante, pasaban las semanas y la obra no avanzaba, hasta que finalmente se conoció la pérdida de la subvención europea y que sería el Ayuntamiento el que asumiese el coste con cargo al presupuesto municipal. De hecho, en los presupuestos municipales de 2024 que se aprobaron este viernes figura una partida de 2,2 millones de euros para esta obra.
El alcalde, Germán Beardo, ya ha confirmado que estos trabajos están parados y habrá que adjudicarlos de nuevo ya de cara a 2025, tras haberse declarado una de las adjudicatarias en concurso de acreedores el pasado mes de julio. En concreto la empresa Levantina Ingeniería Construcción SL llevaba desde finales de 2023 en preconcurso y ya había paralizado varias obras en distintos puntos de la geografía española ante sus problemas de liquidez, viéndose involucrada incluso en alguno de los episodios dentro de la llamada trama Koldo, de presunta corrupción.
Entre tanto, la Plaza de Las Galeras está sufriendo las consecuencias de este desastre burocrático y se encuentra vallada desde septiembre del pasado año, ofreciendo una deplorable imagen que afecta incluso hasta a la histórica fuente de las Galeras y con una valla de obras obsoleta en la que aún se puede leer que la financiación de la obra corre a cargo de los fondos europeos de la Edusi, algo ya totalmente desfasado.
Esta sería la segunda pasarela sobre el río Guadalete, tras la construcción de la primera en 2012, siendo bautizada con el nombre de Pepe el del Vapor. Esta pasarela, que se construyó en primer lugar para permitir habilitar un estacionamiento alternativo mientras duraran las obras del también fallido parking subterráneo de Pozos Dulces, costó 1,3 millones de euros y pese a las críticas iniciales, lo cierto es que en determinadas épocas de gran afluencia como el verano ha resultado útil para sacar un buen número de vehículos del casco histórico, que estacionan en esta explanada de la margen izquierda que se conecta apenas en minutos con el centro de la ciudad.
Otros proyectos pendientes
Hay que recordar que la margen izquierda tambien está pendiente de su desarrollo urbanístico, siendo lo último conocido la concesión administrativa, en marzo de 2023, para un proyecto de ocio a cargo de la empresa Rio Marina Desarrollos, S.L. El anunciado proyecto contemplaba la construcción y explotación de una zona comercial, de ocio, esparcimiento y un hotel en esos terrenos portuarios, con una inversión cercana a los 37 millones de euros y la supuesta creación de alrededor de 300 puestos de trabajo. Lo cierto es que a día de hoy, un año y ocho meses después, nadie ha vuelto a saber nada de aquel proyecto, ni tampoco del aparcamiento subterráneo promovido por la APBC en los terrenos de la margen derecha, en el paseo fluvial, que fue adjudicado en su día y hasta el momento no hay ni rastro de las obras.
Con estos antecedentes, solo cabe cruzar los dedos para que en esta ocasión los planes salgan como se prevé y El Puerto pueda contar por fin, en pocos años, con unas conexiones dignas para las dos márgenes del río del Olvido.
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