Sin carrera por la incompatibilidad horaria con las prácticas

Universidad

Dos vecinos portuenses, atrapados en una maraña burocrática por la Facultad de Ciencias de la Educación de la UCA 

La UCA sella su agradecimiento a 200 empresas que reciben alumnos en prácticas

Los dos estudiantes afectados por la decisión de la Facultad de Ciencias de la Educación
Los dos estudiantes afectados por la decisión de la Facultad de Ciencias de la Educación

Dos vecinos de El Puerto, Juan José Rodríguez y Concepción Gómez, están inmersos en una interminable lucha administrativa con la Universidad de Cádiz, y en concreto con la Facultad de Ciencias de la Educación, ante la imposibilidad de terminar su carrera de Educación Primaria por no poder realizar las prácticas necesarias como parte de su formación.

Saben que hay algunas personas más en su misma situación, pero ellos son de momento los que han decidido dar el paso de hacer público su caso, para ver si de esta manera consiguen mover aunque sea un milímetro el grueso muro burocrático con el que se han topado.

El caso de ambos estudiantes es similar, aunque Juan José lleva más tiempo inmerso en esta lucha. En su caso concreto fue estudiante en la facultad de Ciencias de la Educación de la UCA en la promoción 2006/2009, pero en el último curso tuvo que comenzar a trabajar.

Ya en el año 2019 se pudo matricular de nuevo para retomar sus estudios universitarios y en los años siguientes, durate 2020, 2021 y 2022 cursó nuevas asignaturas y convalidó otras.

Ya con 40 años y una vida independiente, el ejercicio laboral le resulta necesario para poder subsistir, por lo que a falta de tres asignaturas, una de ellas las prácticas profesionales (imprescindibles para finalizar la titulación) se encuentrra atrapado en una maraña sin fin.

Y es que desde hace tres cursos Juan José trabaja como Personal Técnico en Integración Social (PTIS) para la Junta de Andalucía en un instituto, coincidiendo su horario laboral con el horario obligatorio para realizar las prácticas en los centros autorizados por la Facultad, todos ellos centros de Primaria. Dadas las características de su trabajo no es posible que disfrute de las vacaciones para realizar el periodo de prácticas, y la única solución que le proponen desde la UCA es pedir una excedencia, pero entonces se quedaría sin sueldo y necesita el trabajo para vivir.

En el caso de Concepción, su trayectoria ha sido más breve ya que comenzó sus estudios en 2016, pero tras el primer curso tuvo que posponer los estudios, retomándolos más tarde ya trabajando también en un puesto incompatible con el desarrollo de las prácticas propuestas. Tras un largo proceso, Juan José logró que su caso se viera en la Comisión de Garantía de Calidad de la Facultad de Ciencias de la Educación, donde se aferraron a una orden ministerial de 2007 para decir que las prácticas sólo se podían realizar en centros de Educacion Primaria. La propuesta de Juan José, después de investigar situaciones parecidas en otras universidades públicas andaluzas, pasaba por realizar las prácticas laborales en un centro de cducación permanente o centro de adultos, donde se imparten contenidos de Primaria con profesores de esta titulación. Esta posibilidad se ofrece en una Instrucción de la Dirección General de Formación del Profesorado e Innovación Educativa, publicada en 2022, donde se contemplan las prácticas en centros de educación permanente para determinados casos concretos.

Universidades como las de Sevilla, Málaga o Granada tienen casos similares y han permitido a sus alumnos realizar sus prácticas en alguno de estos centros, salvando así el problema, pero en este caso, y tras el fallo de la Comisión de Garantía, que no va a ver el caso por segunda vez, se les ofrece únicamente la solución de pedir una excedencia. La alternativa será irse a una universidad privada con un coste estimado de 12.000 euros, o hacer un cambio de expediente a otra pública, lo que les obligaría a cursar nuevas asignaturas optativas.

Al final, después de muchas vueltas y conversaciones, se les ha dicho a los dos desde las más altas instancias de la UCA que se trata de una “cuestión de voluntad” que está en manos de la Facultad.

Desde la Universidad de Cádiz, por su parte, explican que cada año más de 4.000 estudiantes realizan prácticas curriculares en cumplimiento de las distintas normativas reguladoras de las mismas. En los casos de prácticas curriculares es el centro quien determina la manera y los destinos en los que las prácticas se llevan a efecto.

La UCA justifica el informe desfavorable a hacer las prácticas en un centro de adultos

En relación con la consulta de estos estudiantes, se ha considerado informar desfavorablemente la posibilidad de que el prácticum del Grado de Educación Primaria se realice en Centros de Educación Permanente, atendiendo a la Orden de 2007 en ls que se basó la Comisión de Garantía. Aluden también a una Instrucción de 2023 de la  Dirección General de Tecnologías Avanzadas y Transformación Educativa, donde sí figuran los Centros de Educación permanente que impartan Infantil y Primaria como adecuados para realizar estas prácticas, siempre dependiendo del proyecto y el Plan Anual del centro. No obstante, consideran desde la UCA que “el reglamento orgánico de los Centros de Educación Permanente, aprobado por el Decreto 196/2005, de 13 de septiembre, establece una categorización de las enseñanzas en Formación Inicial de Base, Formación de Base y Enseñanza Secundaria Obligatoria. Por tanto, los centros de educación permanente no tienen la equivalencia pertinente para la consideración de centros docentes que tengan autorizadas las enseñanzas de Educación Infantil y Primaria”.

Juan José y Concepción no piensan tirar la toalla y seguirán luchando por terminar unos estudios que se están conviendo en una verdadera carrera de obstáculos, en su opinión por la falta de voluntad de una institución que debería arropar más a sus estudiantes y no obligarles a marcharse a otra universidad.

stats