A mí compañero y amigo Franki
In memoriam
Francisco Manuel Fernández Lores, Franki, no solo para los amigos sino para todo aquél que se le acercara con motivo de su actividad laboral relacionada con la educación, o por el simple hecho de tratarlo más cercanamente. Nos conocimos con la edad necesaria para consolidar una amistad de por vida como así ha sido. Entre las aulas y las canchas de baloncesto del colegio La Salle fuimos creciendo junto a Nicolás Jiménez, Luis Miguel Rosso, Antonio Villar, Paco Llamas, Andrés Daza, Manolín Borrás y tantos y tantos otros compañeros que en estos momentos estamos en duelo por su irremediable marcha después de que esa cruel enfermedad que tanto detestamos, se ha cobrado infamemente la vida de nuestro amigo y compañero.
Y cuando la vida se le ha teñido de otoño, no le ha dado tan siquiera la oportunidad para disfrutar de su jubilación tan bien ganada, después de tantos años trajinando actividades para todos los centros escolares de El Puerto a través de la Concejalía de Educación. Vivió como nadie la Oferta Educativa Municipal, y vivió como siempre su firme apuesta por la Muestra de Teatro Escolar que, junto a sus compañeros de laboro peleó hasta que los iletrados de siempre aprovecharon la pandemia para acabar con estas cosas que rentan tan poco.
Para bien o para mal a Franki se le veía venir de frente. Amigo de sus amigos, y siempre de cara con quienes no compartía afinidades por los motivos que fuesen. Él era uno de los artífices que lograba reunirnos en torno a una buena mesa, a principios de cada junio de cada año, para recordar nuestras aventuras colegiales, y para mantener viva la llama de la amistad que nos unía desde pequeños.
Hoy, querido amigo, te decimos adiós con el alma encogida y el corazón roto, sabiendo que donde hayas ido a parar, ya mismo estarás organizando con los compañeros que se fueron antes que tú alguna quedada para ir abriendo boca. Sabes que no nos vamos a olvidar tan fácilmente de ti, pero permítenos echarte de menos la próxima vez que nos reunamos. Será duro, pero la vida nos pone a todos cada día ante el espejo de la partida hacia lo impalpable. Abrazo fuerte, chaval.
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