Una congregación que fue pionera en la apertura de la escuela a las mujeres

La religiosa Emilia Puyana fue la encargada de recoger la medalla de oro de la ciudad que le fue otorgada al colegio Sagrado Corazón, más conocido popularmente como Las Carmelitas.

El portavoz más implicado personalmente en este galardón era el edil Carlos Coronado, quien es profesor en excedencia de este centro educativo, en el que comenzó a trabajar hace veinte años. Coronado expresó la gran satisfacción que sentía con motivo de este reconocimiento. Destacó también la "loable" labor desarrollada por el colegio en sus 125 años de historia. "Con esta medalla se estrechan más los lazos de unión entre la ciudad y Las Carmelitas", aseguró.

Por parte de Ciudadanos Silvia Gómez recordó que por las aulas de Las Carmelitas han pasado alumnos insignes como Rafael Alberti, en su etapa del Parvulario. "Las Carmelitas han llevado su labor educativa como bandera, creando mentes libres y corazones llenos, dijo la edil.

El portavoz de IU, Julio Acale, rememoró "la importante labor educativa" de este colegio portuense, ya que fue el pionero en atender a la educación de las niñas, algo a lo que en aquellos tiempos no se le daba importancia porque la educación "no se entendía como un derecho para todos", dijo.

David de la Encina, por parte del PSOE, destacó tanto de este colegio como de San Luis que son centros que ofrecen una labor educativa que trasciende lo académico y entran en la esencia de las personas, en el plano de los valores humanos", recalcando "el sentido del compromiso y la solidaridad, siendo hoy en día muy necesarios los principios y valores que difunden, como la lucha por la libertad, la igualdad, la fraternidad y la justicia social. Ustedes cambian el mundo", dijo citando al recientemente desaparecido Eduardo Galeano.

Patricia Ybarra, por su parte, destacó en nombre del Partido Popular que Las Carmelitas "han ayudado a formarse a decenas de generaciones de mujeres portuenses enseñando importantes valores" y recordó que esta medalla es "el agradecimiento de una ciudad".

Antes de proceder a la entrega del premio el alcalde, Alfonso Candón, incidió en que "en sus 125 años de historia el colegio ha sido pionero en extender la educación a las niñas, lo que supuso un gran avance de la sociedad. Es un orgullo tener este centro por el que han pasado muchos portuenses que han contribuido a construir esta ciudad", dijo.

Al recoger el premio Emilia Puyana agradeció la presencia de las hermanas de la congregación llegadas desde distintos puntos de España, así como de algunas integrantes de su equipo provincial. Tras agradecer el galardón, la religiosa aseguró que esta medalla "nos llena de orgullo y nos invita a continuar con nuestra labor educativa", dijo, reiterando "la continuidad de nuestra implicación y su vocación de servicio. Siempre estará nuestra puerta abierta y nuestras manos tendidas", aseguró.