Un monumento legendario desde su fundación
140 Aniversario de la Plaza de Toros de El Puerto de Santa María
La Plaza de Toros cumple 140 años coincidiendo con el centenario de la muerte de Joselito El Gallo en Talavera
Su construcción estuvo marcada por la pérdida en un naufragio de la forja de hierro que se iba a instalar en el Palco Real
El Puerto/Los actos conmemorativos previstos por el 140 aniversario de la inauguración de la Plaza de Toros de El Puerto de Santa María, se han visto ensombrecidos por la crisis del Covid 19. La Plaza Real, las más importante de la provincia, conmemora esta efeméride, coincidiendo además con el centenario de la muerte de Joselito El Gallo, ocurrida en Talavera de la Reina en mayo de 1920. Fue este torero quien pronunció la célebre frase que la hizo legendaria: “Quien no ha visto toros en El Puerto, no sabe lo que es un día de toros”, que figura en un elegante mosaico de azulejos a la entrada del coso portuense.
La Real Plaza de Toros siempre ha sido un atractivo turístico de El Puerto, y es el monumento más visitado de la ciudad, gozando de la declaración y protección como Bien de Interés Cultural (BIC).
La plaza actual fue inaugurada los días 5 y el 6 de junio del año 1880, como se puede comprobar en la puerta de entrada del edificio, con la celebración de dos corridas de toros lidiada por Gordito y Lagartijo. No obstante, la afición de los portuenses a la tauromaquia venía de tiempo atrás, ya que hubo otros circos taurinos más modestos durante el siglo XVIII, como la primitiva plaza que se levantó en el ejido de San Francisco, enfrente de la calle Santa Lucía, no lejos de la actual, y que como otras incluso más antiguas, se perdió a causa de un incendio. La Plaza de El Puerto está considerada como la tercera de España en su monumentalidad arquitectónica, después de las plazas de Madrid y Valencia.
Situada en la plaza de Elías Ahuja, ha sido objeto de numerosas intervenciones durante su historia y muy especialmente en estos últimos años. Quizá la más importante por su alcance fue la realizada entre los años 2015 y 2016, bajo la dirección de los arquitectos José Carlos Galán y Umberto Jiménez, a partir de la cual muestra una nueva imagen y en la que recuperó el estilo que debió tener el edificio, renovándose en los tendidos los elementos de forja y los colores originales que en su momento estaba previsto incluir, pero que no fue posible instalar porque el barco que transportaba desde Bruselas en 1878 el cargamento con los materiales naufragó, un episodio apenas conocido en la historia de la plaza.
Los antiguos forjados de colores de los palcos y gradas, de estilo romántico y modernista, que no pudieron instalarse en la inauguración en el siglo XIX, pero cuyo diseño se replicó y adaptó al monumento en base a unos antiguos planos hallados en Bodegas Osborne, dieron un giro al edificio, ya que a consecuencia de la reforma ha quedado acondicionado no sólo para usos taurinos, sino también culturales y turísticos, acondicionado no sólo para usos taurinos, sino también culturales y turísticos,como el ciclo de conciertos que hoy se ha presentado, abriendo una nueva etapa en su más que centenaria historia.
El proceso para construir el actual monumento, de estilo regionalista, se inició en 1877, cuando se constituyó la Compañía de la Plaza de Toros, presidida por Tomás Osborne y Böhl de Faber, encargada de organizar la construcción del moderno anfiteatro taurino, para lo cual se llegaron a emitir una serie de bonos o acciones que salieron al mercado. Se convocó un concurso y resultó elegido el proyecto de dos arquitectos sevillanos, Mariano Cardedera y Manuel Pardo.
La dirección de las obras de construcción estuvo a cargo de Manuel Portillo, arquitecto de la Diputación Provincial de Sevilla, iniciándose el 22 de julio de 1878, para culminar apenas dos años después, como detalla la Guía Histórico Artística de El Puerto de Santa María, escrita por Mercedes García Pazos y Olga Lozano Cid, licenciadas en Historia del Arte.
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