Seguir viviendo después de la muerte

Después de la muerte, hay vida. Por ahí fuera en la calle aún abundan los escépticos que continúan pensando que después de fallecer se cierra el telón y nuestro cuerpo queda ahí, inerte e inservible. Fin de la historia. Lo que ellos no saben, es que todas las películas tienen una segunda parte donde -por muy mala que sean-, los personajes e historias consiguen no caer en el olvido. Es cierto que muchas veces cuesta trabajo creerlo. Pero a día de hoy, más allá de religiones y creencias personales, la vida después de la muerte se puede tocar y palpar.

Y si no, que se lo digan a aquellas personas que han recibido los órganos de algún donante fallecido. La importancia de esto, no ha pasado desapercibida para el Grupo Joven de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y de Nuestra Señora de La Piedad -más conocida popularmente como Los Cerillitos-, donde casi la veintena de chicos y chicas que lo forman han trabajado duramente para pertenecer a este grupo de Hermandades de Donantes de Órganos. En esta ocasión, el reconocimiento es la primera vez que se otorga a la Diócesis de Jerez, y conlleva como principal responsabilidad el difundir y promover la donación de órganos como principal forma de salvar vidas.

Este movimiento, al que pertenecen otras hermandades de toda Andalucía, encuentra su origen en la periodista Susana Herrera y en su historia, protagonizada por la muerte de su hijo de pocos meses en un accidente. En aquel momento, a pesar del dolor, Susana tomó la decisión de donar los órganos del bebé y gracias a ello, a día de hoy, se han podido salvar la vida de otros tres niños.

Desde entonces, Susana Herrera no ha parado de dar ejemplo con su historia. Numerosas personas han escuchado su testimonio con sorpresa y admiración y , a raíz de esto, surgieron distintas ideas como la que llevó a cabo la Hermandad de los Gitanos, en Sevilla, que fue la primera en colocar en la candelería del Paso de Palio un cirio con el lema Lágrimas de vida. A día de hoy, la implicación de esta Hermandad es tan fuerte, que incluso su imagen, la Virgen de las Angustias, fue nombrada Patrona de los donantes de órganos. Y al igual que ellos, otras Hermandades en Andalucía han querido seguir sus pasos.

En el caso de Los Cerillitos, también se han comprometido de lleno y llevan varias acciones donde se recuerdan constantemente tanto a los trasplantados como a los donantes. Quizás, la más emotiva sea la que se realiza el propio Martes Santo, cuando la Virgen de La Piedad porta en su candelería un cirio con el lema Piedad de Vida, en memoria de todos ellos. Asimismo, desde la hermandad se llevan a cabo otras acciones más tangibles -pero no menos importante- como la continua labor de información que realizan desde su sede (calle Los Moros, 28), donde pueden acudir todos los interesados en hacerse donantes o bien para resolver dudas. “Ya no se trata ser más o menos religioso”, explica Iván García de Quirós, diputado de Juventud. “Se trata simplemente de salvar una vida”.