Más dudas que certezas en El Puerto tras la reunión del tanque de tormentas

Obras públicas

Vecinos del entorno de La Puntilla y la barriada de la Playa se reúnen con técnicos de la obra y con la edil de Infraestructuras

Algunos asistentes se quejaron de la falta de información que han tenido al principio de las obras

Apemsa retrasa hasta el 13 de noviembre el final de las obras del tanque de tormentas en El Puerto

Una imagen de la reunión celebrada este lunes en el colegio Sagrado Corazón. / D.C.

Las quejas vecinales por la falta de información y la opacidad en torno a la obra del tanque de tormentas que se construye en el entorno de La Puntilla han surtido efecto y en la tarde de este lunes se ha celebrado una reunión en el colegio Sagrado Corazón a la que acudieron la concejala de Infraestructuras, Marta Rodríguez, el gerente de Apemsa, Juan Ángel Poyatos, responsables de la dirección de obra y representantes de la constructora Gyocivil.

Muchas eran las dudas que tenían los vecinos sobre el futuro de estas obras, que están afectando a algunas viviendas por el continuo impacto de la maquinaria y de las bombas de extracción el agua del río, que funcionan de forma permanente y provocan además importantes molestias.

Este encuentro se producía a raíz de una reunión anterior, promovida por la asociación de vecinos San Marcos a la que se invitó a los grupos de la oposición y a la que asistió también Marta Rodríguez, comprometiéndose a propiciar esta cita.

El salón de actos del colegio se llenó para asistir a esta reunión, en la que el gerente de Apemsa pidió disculpas por las molestias que están sufriendo los vecinos y confirmó que aunque la obra debería haber terminado en abril, se prolongará aún muchos meses más, como mínimo hasta final de año, aunque por lo que dijeron después los técnicos será más tiempo.

Juan Ángel Poyatos explicó que se trata de la obra más compleja que ha promovido Apemsa, debido entre otras cosas a su proximidad al río, y recordó a los vecinos que se ha habilitado una cuenta de correo para que se puedan trasladar a Apemsa las incidencias que vayan apareciendo.

Precisamente los vecinos se habían quejado de la falta de atención por parte de Apemsa en los primeros compases de la obra, cuando se solicitó una reunión a la que se dio la callada por respuesta. Ahora, la presión vecinal ha hecho que tanto el Ayuntamiento como Apemsa tengan que atender las demandas ciudadanas, ante una obra muy compleja en la que se están produciendo muchas molestias y contratiempos, por el nivel freático y la aparición de restos arqueológicos.

Cuando termine la instalación de las grandes pantallas que se instalan en la avenida de la Bajamar quedará aún pendiente la instalación de colectores en la calle Aurora, sin que se pueda precisar cuando terminará la obra..

Los vecinos de dos bloques de la avenida de la Bajamar incluso han pedido por registro que se paralice la obra en tanto no se les asegure que no habrá riesgos para las viviendas, que tienen en algunos casos más de 65 años.

El director de la obra, Ignacio Gargallo, aportó más detalles técnicos de los trabajos y reconoció las molestias de tener las bombas y percutores funcionando constantemente.

En el turno de palabras los vecinos no ocultaron su preocupación y sus dudas, interesándose por la responsabilidad civil de los trabajos, la seguridad de sus viviendas y la atención a sus inquietudes. También acudieron padres del colegio Sagrado Corazón, interesados por la seguridad del centro educativo.

Los murmullos que se levantaban tras algunas de las respuestas de los técnicos dejaban claro que los vecinos siguen sin estar convencidos, a pesar de que reconocen que la obra, una vez terminada, supondrá una mejora para toda la ciudad. Incluso uno de los asistentes llegó a pedir una indemnización por las molestias soportadas.

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