“El equipo de gobierno de Germán Beardo va a por el movimiento vecinal”

Entrevista a José Rodríguez, presidente de la Flave

El presidente de la Flave lamenta la total falta de sintonía con el Ayuntamiento y denuncia el paso atrás que ha experimentado la participación ciudadana en los últimos años

La Flave denuncia que Altos de la Bahía no fuera invitada al acto de inauguración del parque del Soberano Poder

José Rodríguez, durante la entrevista.
José Rodríguez, durante la entrevista. / D.C.

El Puerto/El movimiento vecinal en El Puerto atraviesa una etapa complicada, ante la falta de química con el gobierno municipal presidido por Germán Beardo, y la Federación Local de Asociaciones de Vecinos (Flave) realiza su labor sin ningún tipo de respaldo municipal.

-¿Qué está pasando con la participación ciudadana en El Puerto?

-Pues simplemente que el actual equipo de gobierno no quiere ni ver al movimiento vecinal, va a por él.

-¿Se han roto los puentes con el gobierno municipal?

-Yo no voy a rogarles un entendimiento, estamos en mitad de un mandato y espero que sean un poco más inteligentes, hay mucha gente enfadada con esta situación.

-Nada más llegar usted como presidente les anunciaron el desalojo de la sede, ¿en qué ha quedado ese asunto?

-El escrito llegó tan solo unos días después de que yo tomara posesión, aunque la cosa ya venía de atrás. Aquella sede es muy pequeña para crear un centro cívico, que fue la excusa que nos dieron, aunque lo que pretendían era cortarnos las alas. Yo lo recurrí y de momento seguimos allí, nadie nos ha vuelto a decir nada.

-Se han ido perdiendo también pequeñas batallas, como los plenos por la tarde o la designación de un Rey Mago por parte de la Flave.

-Todo eso formaba parte del convenio que venían suscribiendo Ayuntamiento y Flave. En la última etapa de la anterior presidenta ese convenio se rompió, aunque me consta que estaba ya incluso redactado. No sé qué pasó para que finalmente se rompieran las relaciones y de momento no se prevé que se vuelva a retomar. Ese convenio servía sobre todo para tener a una persona haciendo labores de administración y ayuda a las asociaciones vecinales, y ellos no quieren que las asociaciones tengan su propia actividad, quieren tenerlas controladas. Tampoco funcionan ya los Consejos de Distrito, que eran una manera muy útil de dar prioridad a las cuestiones más urgentes de los barrios, y entre los propios presidentes acordaban lo que era más necesario, con una gran solidaridad. Estos consejos eran como tener un inspector en cada barrio.

-Acaba de fallecer el exalcalde Hernán Díaz, bajo cuyo mandato fue usted también presidente de la Flave. ¿Cree que se han dado pasos atrás en el periodo comprendido entre esas dos etapas?

-Yo entré en la Flave como vicepresidente con Salvador González, y estuve primero con una comisión gestora hasta que después fui presidente. En estos años se ha dado un enorme paso atrás. Si pensamos en los diferentes gobiernos, el de Hernán Díaz fue en un principio muy beligerante con nosotros, pero sin embargo, al llegar Juan Carlos Rodríguez, ya fallecido, las relaciones fueron mejorando y Hernán Díaz apareció un día en una de las reuniones y nos dio su apoyo. Firmamos el primer convenio y las relaciones se normalizaron, con una fluidez en la atención a los barrios. El llamado Plan de Barrios llegó a tener inversiones previstas de más de un millón de euros, aunque finalmente no se llegó a cumplir. Con otros gobiernos llegaron nuevos convenios, pero todos fueron positivos para los barrios. Con David de la Encina hubo algunos enfrentamientos, sobre todo a causa de sus socios de Levantemos. En aquel momento Beardo se reunía conmigo un día sí y otro también, estando yo en Comisiones Obreras, pidiendo consejo e información sobre los problemas sociales y laborales de la ciudad.

-En sus últimas notas de prensa han hablado ustedes de desprecios por parte del gobierno local, como no invitar a la Flave a los actos públicos.

-Yo, lo que me diga un presidente de una asociación lo defiendo a muerte, y la presidenta de Altos de la Bahía asegura no haber recibido nunca la invitación al acto inaugural del parque del Soberano Poder. Ellos dicen que sí pero la realidad es que no recibieron nada. Pero no es solo eso, tampoco nos invitaron a la reunión sobre los nuevos fondos Edusi, y aún estamos esperando que cumplan el acuerdo de pleno para dedicar una rotonda a un dirigente del movimiento vecinal, Manuel Bernal Cuevas, cuando por otro lado no paran de dedicar plazas y calles a personas y colectivos afines.

-Ante este panorama, hay colectivos que están surgiendo para reclamar una participación real. ¿Cree que este portazo del equipo de Beardo puede ser un revulsivo?

-Por supuesto. Acaba de nacer una nueva plataforma ciudadana en la que estamos colectivos que en otros momentos hubiera sido imposible que fuéramos en equipo. Ahora, esta nueva situación nos obliga a unir fuerzas. Y esto va a a ir a más con el tiempo, a menos que ellos cambien de actitud. Sólo nos queda la protesta.

"Lo de la Gran Ciudad es una trampa. Hay grandes poblaciones que funcionan igual que nosotros antes”

-Ahora somos Gran Ciudad, y una de las supuestas ventajas era dar una mayor participación ciudadana. ¿Qué opina?

-Lo de la Gran Ciudad es una trampa. Hay ciudades como Sevilla que son Gran Población y funcionan de una forma gemela a como lo hacíamos nosotros antes. Ahora el Ayuntamiento pretende nombrar un responsable en cada distrito, pagados por el Ayuntamiento, y que sean los interlocutores con las asociaciones. Al final es un sueldo más en cada barrio, pero claro, será una figura que siempre tirará para los intereses del Ayuntamiento, si recibe un sueldo municipal. El Consejo que se prevé crear estará muy limitado, más bien en el ámbito social y laboral que en el vecinal. Están haciendo una supuesta participación a su medida. No podemos olvidar que muchas de las cosas que se han conseguido en El Puerto ha sido gracias a la presión vecinal, por ejemplo la construcción del centro de salud ‘Ángel Salvatierra’.

-¿Hay margen para retomar las relaciones con el Ayuntamiento?

-Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de los barrios. Las relaciones tendrán que volver en algún momento a su cauce. Siempre hemos trabajado de forma desinteresada.

-¿Hay desánimo entre las asociaciones, o más ganas de trabajar?

-Las asociaciones siguen trabajando, las hay que tienen más actividades que otras, pero al no haber convenio con el Ayuntamiento se ha mermado la organización de talleres. Hay muchas asociaciones muy activas como Las Tres Fases, cuya sede no se pudo desalojar por la presión vecinal. No pasó lo mismo con El Juncal, pero es que en mi opinión, lo peor que puede hacer un dirigente vecinal es entrar en una lista política.

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