Esperanza Mateos, directora del IES Juan Lara de El Puerto: “Para mí la escritura es una necesidad”

El próximo 23 de abril, Día del Libro, la autora presenta en la ermita de Santa Clara su novela ‘El viento sobre las jícaras’, un ejercicio metaliterario con sus raíces extremeñas como telón de fondo

El IES Pintor Juan Lara cumplió 25 años

Esperanza Mateos, posando con su novela junto al río Guadalete.
Esperanza Mateos, posando con su novela junto al río Guadalete. / D.C.

El Puerto/Esperanza Mateos Donaire es extremeña, nacida en Zafra hace 57 años, pero desde hace ya más de un cuarto de siglo reside en El Puerto y se siente una portuense más. Desde hace siete años es directora del IES Pintor Juan Lara, del que durante otros doce años más fue jefa de estudios. El próximo 23 de abril presenta en la ermita de Santa Clara su novela El viento sobre las jícaras, una obra de ficción pero en la que están muy presentes sus raíces y los recuerdos de su infancia.

-En su anterior libro, Wind, podemos encontrar el origen de esta novela.

-Sí, era un relato corto que publiqué en 2017, pero esta nueva novela bebe de ahí, aunque es más realista. Hay personajes nuevos y otros que nacen de ese relato anterior. Ese fue en realidad mi primer relato publicado, porque tengo dos novelas anteriores que no llegué a publicar, aunque quedaron finalistas en dos concursos literarios. Fueron un aprendizaje.

-Dice usted que no es una novela, sino la historia de una novela. ¿Podría explicarlo?

-Es muy metaliteraria. Me cuesta explicarlo, pero es la historia de una mujer, primero niña, luego joven y luego adulta, que quería ser escritora y no acababa de cumplir esa aspiración, hasta que al final lo consigue. Digamos que cuenta cómo se gesta la novela que al final tienes en tus manos.

-¿Pero es ficción o realidad?

-Hay muchos elementos autobiográficos, porque por ejemplo está la figura de mi padre, al que está dedicada la novela, y hay también muchas alusiones a mi madre y a la infancia. Son cosas que he rescatado de mi vida, pero luego hay toda una ficción porque te distancias de tu propio personaje, aunque está narrada en primera persona. Algunos pasajes de la vida de la protagonista se parecen a la mía y hay gente que diría que soy yo, pero no es así.

-La novela se presenta coincidiendo con el Día del Libro.

-Sí, el 23 de abril la presentamos en la ermita de Santa Clara. Contaré con la asociación de Voces Lectoras y la presentará una compañera del instituto, Sonia Gallardo. También la presentaré al día siguiente en la Feria del Libro de Cáceres, porque está publicada por una editorial extremeña, La luna del norte. Después estaré también en las ferias de libro de Mérida y de Badajoz.

-Veo que sigue manteniendo contacto con sus raíces.

-Sí, tengo allí muchos amigos. Yo ya soy de El Puerto, mis dos hijas han nacido aquí y me encanta vivir aquí. Pero en Extremadura está mi familia y sigo teniendo muchos amigos.

-Hay muchos profesores de origen extremeño en El Puerto.

-Sí, yo a veces digo en broma que somos una plaga. Ahora en las nuevas generaciones se nota menos, pero en la mía y en la anterior, con muchos profesores ya jubilados, éramos muchos. Supongo que era una cuestión de oportunidades, porque entonces en Extremadura había muy poca población, aunque ahora ya ha despegado mucho. Antes era una zona muy deprimida y la gente se iba. De hecho en la novela se habla también de eso, porque las generaciones anteriores tambien se fueron, aunque volvieron después.

-¿Es fácil hoy en día publicar una novela?

-Para mí publicar esta novela ha sido fácil, porque contactaron ellos conmigo, estaban buscando autores extremeños para su proyecto. Pero en general no es fácil publicar, es un mundo complicado, depende de los contactos que tengas, de la suerte y de que lo que ofreces en ese momento interese. En este caso se fijaron en mi novela después de una crítica que se publicó de mi anterior libro, Wind, y tras contactar con el crítico les dio mi contacto, y yo justamente estaba terminando este libro.

-La novela la escribió en plena pandemia.

-Sí, el libro lo empecé en agosto de 2020, mi padre había muerto en mayo y nació como la necesidad de vivir un duelo y gestionarlo. En mayo empecé a escribirla y a final de año fue cuando la editorial me contactó. En la pandemia yo no viví un parón, fue una época de mucho trabajo, porque las clases en el instituto no se pararon, no teníamos horario. La novela la escribí por una necesidad, porque me gusta mucho escribir, llevo siempre un cuaderno de ideas y me vienen en el momento más inesperado. Lo hago porque lo necesito. Mi aspiración es poder escribir con calma y tranquilidad, el día que me jubile. Para mi la escritura es una necesidad.

-¿Y tiene algún otro proyecto entre manos?

-Sí, estoy escribiendo cuentos cortos, pero relacionados entre sí, tanto sus personajes como sus tramas, y puede terminar siendo una novela. Es una recopilación de cuentos cortos sobre el mes de noviembre y el otoño. Cuando me he puesto a hilar las historias, veo que puede terminar siendo una novela. Algunos de los cuentos nacen también de esta novela, porque al final todo está relacionado, me cuesta salir de ese universo.

-El libro ya está en el mercado, ¿qué impresiones ha recibido por ahora?

-Pues tengo muy buenas sensaciones, a la gente le resulta emocionante, dicen que ven cosas de mí. Me dicen que se sienten identificados con las cosas que cuento, porque hay referencias al pasado, a mi infancia... También las primeras críticas que han salido han sido muy positivas. Creo que la vida es recibir y después dar, y ese homenaje a los padres y profesores está muy presente en la novela.

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