Las hermanas del Espíritu Santo necesitan un ascensor para el convento

Congregaciones

Dos de las religiosas son muy mayores y el elevador que tenían, con casi 40 años, no funciona

Una de las imágenes publicadas en la página web del Monasterio del Espíritu Santo.
Una de las imágenes publicadas en la página web del Monasterio del Espíritu Santo.

Las religiosas del convento del Espíritu Santo necesitan urgentemente un nuevo ascensor. El que tenían con 39 años de antigüedad, no funciona desde hace ya bastante tiempo y para algunas de las monjas resulta casi imposible subir y bajar la cantidad de escaleras con las que cuenta el edificio, para llegar desde la planta baja a las habitaciones del piso superior o a la azotea del edificio.

Hace algunas semanas la hermana María lanzó un SOS a los amigos y colaboradores del convento, exponiendo la situación y solicitando ayuda y colaboración para poder solventar este problema lo antes posible. Y la llamada de auxilio no ha sido en vano, ya que varios benefactores están ayudando a las religiosas estos días, a través de donaciones a la cuenta abierta por la congregación.

También la empresa instaladora del nuevo ascensor, que tiene que hacerlo a medida, está ayudando para que el coste sea el mínimo posible, aunque esta cantidad supera en cualquier caso los 19.000 euros.

En estos momentos viven en el convento del Espíritu Santo un total de 17 religiosas, dos de ellas muy mayores y algunas otras también con problemas de movilidad.

De momento las hermanas ya han podido reunir dinero para un primer pago y que se pueda poner en marcha la construcción del ascensor.

Algunos amigos del convento están organizando rifas en estas últimas semanas a beneficio de este fin, mientras que otras personas optan directamente por las donaciones, a través del número de cuenta facilitado por las propias religiosas: Comendadoras del Espíritu Santo, El Puerto de Santa María ES 31 2085 5575 2803 3018 0524.

“He pedido al Niño Dios que necesitaba de su intercesión para que todos los que veáis nuestra necesidad intentéis ayudarnos, os lo ruego en nombre de nuestra Abadesa y Comunidad .

Yo confío en que todo esto saldrá bien, como decía el Santo Padre Francisco ‘No tengáis miedo de soñar con grandes cosas’ y yo así lo creo.

Que nuestra Madre Santísima Esposa del Espíritu Santo os cubra con su manto”, señalaba la hermana María en su escrito lanzado a principios de este año.

Conociendo su tesón, seguro que las religiosas consiguen contar en un breve plazo con este elevador que tanto necesitan.

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