Luto en el judo portuense: "Adela era una de mis mejores alumnas"
Tadeo Díaz Ortega expresa el pesar del club por el fallecimiento de la deportista, asesinada en Benalmádena a principios de este mes
Un hombre de 38 años, detenido por matar a puñaladas a su hermana en Benalmádena
La familia del Judo Club Tadeo está de luto. Esta señera institución deportiva portuense fue durante muchos años una especie de segunda casa para Adela Ferrer Gauna, la mujer de 42 años que murió el pasado 3 de diciembre en Benalmádena (Málaga), preuntamente asesinada por su hermano Alejandro.
Tadeo Díaz Ortega, profesor de judo ya jubilado, la recuerda con un inmenso cariño: "Era una de mis mejores alumnas", afirma, y recuerda que tanto ella como su hermano fueron durante muchos años alumnos del cub Tadeo. Su abuelo era un practicante muy conocido en El Puerto y sus padres, Adela y Pepe -ya fallecido-, también se dedicaban a la enfermería.
El pasado viernes llegaba hasta El Puerto el cadáver de Adela para el velatorio y el sábado se celebró el funeral en la parroquia de San Francisco, donde se dieron cita numerosos amigos y compañeros de la familia.
Tafeo recuerda a Adela como "una maravilla de niña. Fue Mejor Deportista Portuense, era cinturón negro segundo DAN y tenía el título de monitora de judo. Era una persona muy querida, han sido muchos años de trato con ella y con sus padres", recuerda el veterano profesor.
Hace aproximadamente 15 años Adela se marchó a Málaga a estudiar Telecomunicaciones y ya se quedó allí trabajando,. Su hermano Alejandro, abogado especializado en violencia de género, vivía en Madrid, y el pasado 3 de diciembre se desplazó hasta Benalmádena con el supuesto objetivo de comprar un gato egipcio, accediendo su hermana a que pernoctara en su domicilio, pese a lo extraño del motivo del viaje.
Lo que vino después ya es conocido. El hermano menor de Adela, de 38 años, presuntamente la apuñaló y se dio a la fuga, siendo posteriormente detenido tras una intensa persecución policial, ingresando posteriormente en prisión.
Adela estaba separada y vivía sola en su casa de Benalmádena. "Hace un mes y medio me la encontré en la calle Misericordia y estuvios hablando un rato", recuerda Tadeo, que aún no da crédito a lo ocurrido.
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