El Alambique
Belén Domínguez
El río que nos lleva
Escuela de Suboficiales de la Armada
El Puerto/Los dos jóvenes de la Armada que atendieron este lunes al hombre que sufrió un infarto en la estación de ferrocarril de El Puerto El Puertohan recibido en su instrucción militar formación para salvar vidas, como parte de sus programas de estudios. Así se desprende de un comunicado enviado por el Ministerio de Defensa a este Diario, donde se ofrecen algunos datos de la sargento y alumna de la Escuela de Suboficiales de la Armada, María del Carmen Montes, que tomó la iniciativa para atender a la víctima de la parada cardíaca; y del otro miltar, compañero de la anterior, que llegó en ese momento a la estación y le ayudó en la reanimación hasta que llegaron los servicios sanitarios y trasladaron al afectado al Hospital de Puerto Real.
Aunque ayer lunes no se pudo determinar quién era este militar que ayudó en la labor de reanimación y acercó a María del Carmen Montes el desfibrilador que hay en la estación para estos casos de emergencia, la oficina de prensa de la Armada ha informado de que se trata de Francisco Clavijo, cabo de Infantería de Marina, destinado en la Brigada de Infantería 'Tercio de la Armada'.
Ambos atendieron al afectado durante casi media hora, comprendiendo que lo prioritario era estabilizarlo, por lo que no dudaron en perder el tren que les llevaba a sus destinos. Las nociones en primeros auxilios que tenían fueron clave a la hora de atender la emergencia, ya que la joven alumna ha recibido formación específica en reanimación cardio pulmonar, impartida por Francisco Javier Nieto, del Cuerpo Militar de Sanidad. Por su parte, el infante de Marina que ayudó a su compañera sargento, está adiestrado en técnicas TCCC (tactical combat casuality care) para atender a las necesidades asistenciales que requiera una persona que resulte herida en combate.
Además, ambos coincidieron en la denominada 'Operación Sophia', una misión militar y humanitaria de la Unión Europea en el Mediterráneo para luchar contra las redes de tráfico de personas, prevenir la migración irregular y evitar muertes en el mar. En dicha misión, recibieron varios talleres sanitarios, "ella como integrante de la dotacion del BAC Cantabria y él como miembro del equipo operativo de seguridad".
La prevención sanitaria en la Escuela de Suboficiales de la Armada es una prioridad, como muestra el hecho de que cuente con el certificado 'Zona Cardiosegura 061' y que esté equipada con tres desfibriladores semiautomáticos en sus instalaciones.
Tanto los alumnos como la dotación de la Escuela reciben adiestramiento sobre el uso de estos desfibriladores, así como en técnicas de reanimación cardio pulmonar, "resaltando la importancia de estas técnicas tanto en el ámbito militar como en la vida cotidiana".
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