El nuevo tanque anticontaminación de El Puerto: Una gran obra que mira al río
Saneamiento
Con un presupuesto de 13,3 millones de euros, filtrará las aguas pluviales para que lleguen limpias al Guadalete y renovará las actuales conducciones
Apemsa firma el contrato para la construcción del tanque de tormentas en El Puerto
El pasado mes de enero arrancaban las obras del tanque anticontaminación de La Puntilla, en El Puerto, una de las obras más ambiciosas de la empresa municipal de aguas, Apemsa, desde que concluyera el PASI (Plan de Abastecimiento y Saneamiento Integral), hace ya cerca de 15 años.
Este nuevo tanque de tormentas es una gran obra con un presupuesto de 13,3 millones de euros que se financia mediante el canon de mejora local que se paga con cada recibo. Los trabajos tienen un plazo de ejecución de quince meses, con lo que si no hay imprevistos y se cumple el calendario deberían estar finalizados antes del próximo verano.
Diario de Cádiz ha visitado las obras de la mano del jefe del Departamento de Redes e Instalaciones de Apemsa, José Manuel Gallardo, una persona muy allegada a la empresa de aguas ya que su padre, José Luis Gallardo Cuevas, fue capataz de Apemsa durante muchos años y es una de las personas que plasmó con bolígrafo y papel, antes de la era digital, el mapa completo de las infraestructuras de saneamiento de El Puerto.
La constructora Gyocivil está siendo la encargada de ejecutar los trabajos, en los que a pie de obra trabajan unas 30 personas entre encofradores, ferrallas y personal para el movimiento de tierras.
La obra básicamente consiste en la construcción de un gran depósito en el paseo José Luis Tejada, junto a la rotonda de La Puntilla, con capacidad para almacenar hasta 10.000 metros cúbicos de agua, lo que supone el equivalente a cuatro piscinas olímpicas. Para ello ya se están ejecutando las pantallas de este enorme depósito, que alcanzan una profundidad de veinte metros, aunque el tanque tendrá una profundidad de diez metros.
La obra, de una gran complejidad técnica por ejecutarse al lado del río Guadalete, con el nivel freático a tres metros de profundidad, contempla también la unificación en un mismo emplazamiento de las actuales estaciones de bombeo de la calle Aurora y de La Puntilla, que se ubicarán al principio del paseo José Luis Tejada junto a un nuevo edificio técnico.
La estación de bombeo de la calle Aurora es la encargada de llevar las aguas sucias hasta la depuradora de Las Galeras, mientras que la de La Puntilla se encarga de las aguas pluviales. Hasta ahora las aguas de lluvia llegaban a la estación de bombeo de La Puntilla y en caso de lluvias intensas, al entrar en funcionamiento los aliviaderos de la red local, parte de este agua terminaba en el río con toda la suciedad que arrastraba de las calles, con residuos como colillas, plásticos e incluso grasa procedente de los coches. Una vez que el tanque de tormentas entre en funcionamiento todo el agua de lluvia procedente de la zona sur de la ciudad y de Valdelagrana llegará a este depósito, de manera que se someta a un primer filtrado que evitará que los residuos sólidos terminen en el río, devolviendo el agua que llegue sucia a la planta de Las Galeras para su depuración.
La actuación contempla no solo la construcción del tanque propiamente dicho, que se encuentra ya al 60% de ejecución, sino la construcción de nuevas conducciones que a través de marcos de hormigón formados por unas 400 piezas de 3x1,50 x2 metros, y enterrados a una profundidad de seis metros, llevarán las aguas procedentes de buena parte del término municipal hasta el depósito a través de la calle Aurora, la avenida Menesteo y la avenida de la Bajamar. Estas aguas comprenden también las procedentes de Valdelagrana, que a través de una conducción que pasa por debajo del río llega hasta la actual estación de bombeo de la calle Aurora, pasando una vez esté hecha la nueva obra a la estación junto al Paseo Tejada.
La obra también servirá para renovar las conducciones del entorno de la calle Aurora, que eran muy antiguas y sufrían continuas averías, renovando así el sistema de saneamiento y optimizando su capacidad.
Como explica José Manuel Gallardo, el principal objetivo de esta obra es reducir los vertidos al río y mejorar la sostenibilidad del sistema integrado del agua. “Este tipo de obras muchas veces no se valoran lo suficiente porque están enterradas y no se ven, pero si hiciésemos una radiografía nos daríamos cuenta de su importancia y del dinero que hay invertido en estas instalaciones”.
Y es que por el subsuelo de El Puerto pasan unos 500 kilómetros de tuberías de abastecimiento, 380 kilómetros de colectores de saneamiento, junto a la existencia de 25 estaciones de bombeo, además de contarse con dos depuradoras (la de Las Galeras y la que presta servicio a las prisiones) y otro tanque de tormentas junto a la depuradora, aunque en este caso se trata de un depósito destinado a mejorar el rendimiento de la planta.
Una vez se termine esta obra, por la que Apemsa pide disculpas a los ciudadanos afectados por los ruidos y las molestias, la superficie quedará como estaba antes de la actuación y será la unión entre el paseo fluvial y el paseo Tejada, aunque ya con una nueva infraestructura enterrada cuyos resultados se dejarán notar en el funcionamiento diario de la ciudad.
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