El polígono Las Salinas de Levante denuncia el abandono de su lago

Suelo industrial

La entidad de conservación reclama su recepción por parte del Ayuntamiento

Su abandono puede provocar inundaciones en esta zona de la ciudad

Una imagen del lago ubicado en el polígono Salinas de Levante, que tiene la función de recoger las aguas de las zonas altas de la ciudad.
Una imagen del lago ubicado en el polígono Salinas de Levante, que tiene la función de recoger las aguas de las zonas altas de la ciudad.

La entidad urbanística de conservación del polígono industrial Las Salinas de Levante denuncia públicamente la situación que atraviesa el gran lago que se ubica en la zona, que como recuerdan “no es un capricho ornamental sino que fue creado por el Ayuntamiento en su planeamiento urbanístico para dar servicio como zona de compensación a las aguas de las zonas altas de El Puerto para cuando lloviese mucho, evitando así las inundaciones, como se daba por ejemplo en el entorno de Las Beatillas, por lo que destacan que “es un claro servicio municipal destinado al bienestar de toda la ciudadanía, un lago cuyo mantenimiento debería haber recepcionado el Ayuntamiento a los cuatro años de su creación, como ha recepcionado otros servicios del polígono, aunque a duras penas y tras muchos años de insistencia”.

Desde la entidad de conservación lamentan que “el Ayuntamiento, lejos de hacer frente a los gastos derivados de este lago y de su mantenimiento, no sólo no los abona porque evita la obligación de recepcionar este servicio, dejándolos a su suerte, sino que se lucra de la buena fe de los integrantes de esta entidad urbanística de conservación, formada por los propietarios de empresas y terrenos de dicho polígono, que además de cumplir religiosamente con sus tasas municipales impuestos están manteniendo unos servicios municipales que en nada le competen, no revirtiéndoles siquiera en contraprestación alguna. Ello supone un alto coste de mantenimiento y reparaciones que desde la creación del polígono viene manteniendo la entidad urbanística, sin preocuparse el Ayuntamiento lo más mínimo por ello y sin mostrar interés alguno de asumir sus competencias, responsabilidades y compromisos con la ciudadanía , haciéndose cargo de este lago que no es más que un embalse para evitar inundaciones en numerosas zonas de El Puerto”.

Además al mantenimiento diario del lago se le vienen sumando averías y deterioros de una maquinaria que está en constante funcionamiento y que al estar en contacto con tuberías y aguas “son muy visitadas por animalitos desagradable compañía que optan por roer las tuberías cuyas última reparación ha tenido un elevado coste que ha abonado la entidad urbanística con fondos propios”.

Los empresarios añaden que “en numerosas ocasiones a lo largo de la última década se ha instado al Ayuntamiento ya no sólo para recepcionar este servicio municipal atendido por empresas privadas, con el consiguiente ahorro del presupuesto destinado a ello, sino que además se les ha solicitado infinidad de veces celebrar una reunión y tratar el tema de la asunción de este servicio, haciéndoseles saber que esta entidad estaba llegando a un punto en el que no podía soportar más gastos municipales de manera privada con capital propio. Dichas peticiones han sido descaradamente desatendidas mientras los dirigentes del Consistorio se dedicaban a hacerse fotitos, con toda la parafernalia que gira alrededor de ellos, para mostrar una supuesta buena labor que en la mayoría de las ocasiones provienen del cumplimiento de obligaciones de empresas adjudicatarias y de relaciones comerciales de empresas privadas·.

Los empresarios han decidido dejar de mantener el lago y dejarlo a su suerte

Como era de esperar, añaden, “ya la gota ha colmado el vaso. En los últimos meses en el lago ha habido una avería de alto calado sobre la que por supuesto el Ayuntamiento ni se ha interesado, acabando con la paciencia de la entidad, por lo que la misma ha abandonado el mantenimiento del llamativo y productivo lago. Así que no se extrañen, queridos vecinos, si en un tiempo esta entrada a la ciudad se convierte en un vertedero de escombros y animales desagradables que se coman las tuberías dejando en saco roto todo el dinero público inicial destinado a la creación de dicho lago, así como el dinero privado de la entidad de conservación invertido en tal lugar, y todo ello será gracias a la labor del Ayuntamiento que quizás entre foto y foto no tiene tiempo para atender fines urbanísticos de este nivel”.

Por parte municipal desde la Concejalía de Urbanismo se remiten a los estatutos aprobados definitivamente por acuerdo de Comisión de Gobierno el 14 de noviembre de 2002, en los que se indica que “la entidad urbanística tendría que solicitar la modificación de los estatutos al Ayuntamiento o bien la disolución de la misma, opciones o salidas legalmente establecidas que por supuesto desde el Ayuntamiento se está dispuesto a estudiar con la entidad urbanística celebrando una reunión con los interesados para tratar el asunto”, señalan.

Los integrantes de la entidad urbanística, no obstante, insisten en que dichos estatutos fijaban como fecha final para la recepción de servicios por parte del Ayuntamiento, incluido el lago, la fecha del 27 de febrero de 2006. “El Ayuntamiento ha recepcionado todos los demás suministros, como la luz o el agua, siendo el mantenimiento del lago el único servicio del que no quiere saber nada, pese a que la obligación de la entidad de conservación está ya más que extinguida, desde hace más de 17 años, que no es poco”, concluyen.

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