Un proyecto cargado de críticas y polémica

La remodelación de la plaza de España culminó el pasado septiembre tras un año de obras

M. Mir / El Puerto

28 de abril 2011 - 01:00

Desde el principio, las obras del proceso de reforma de la Plaza de España y la calle Pagador suscitaron la polémica entre los partidarios y aquellos que veían la remodelación como algo perjudicial para el comercio de la zona. Fue en septiembre de 2009 cuando los trabajos de la quinta fase del proyecto de Urbanismo Comercial alcanzaron el entorno de la Iglesia Mayor Prioral. El objetivo de estas obras que convertirían la plaza de España en una zona completamente peatonal era dar un uso más ciudadano al espacio, así como despejar este enclave de vehículos salvo para servicios públicos y residentes.

Esta quinta fase de Urbanismo Comercial fue adjudicada en junio de 2009 a la empresa Volconsa Construcción y Desarrollo de Servicios, que realizó las obras por un importe de 1.248.000,67 euros, cantidad de la que la Consejería de Turismo, Comercio y Deportes de la Junta de Andalucía aportó un 40%. El proyecto de obras ha sido ejecutado por los arquitectos Juan Suárez, Rafael Casado y Antonio Herrero, quienes en la memoria del proyecto definían el antiguo entorno de la plaza de España como "caótico" desde el punto de vista del tráfico. Los pavimentos utilizados tanto en la plaza de España como en la calle Pagador han sido de granito y adoquín. Además, se ha dotado a la zona de una serie de equipamientos entre los que se incluyen bancos de granito, papeleras, columnas de mármol y farolas nuevas.

El debate generado al inicio de las obras no cesó tras la inauguración de las nuevas instalaciones y las críticas no se hicieron esperar. Entre las opiniones, los portuenses señalaban que los bancos de granito "parecen ataúdes" y que el material de los adoquines era propicio para albergar todo tipo de manchas.

Con la ejecución del proyecto, la calle Pagador, que une la plaza de Toros con la plaza de España, ha pasado a ser el principal acceso peatonal al centro de la ciudad. Asimismo, el cierre al tráfico por la calle Vicario ha provocado la pérdida de conexión entre esta y la calle Santa Lucía, teniendo los coches que rodear por San Sebastián.

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